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Todos sabemos que el aceite de oliva virgen extra es un producto de gran calidad, pero ahora además es un producto exclusivo, al alcance de unos pocos, porque su precio se ha disparado: hemos comprobado que, desde el pasado mes de julio, las subidas en algunos casos superan el 30%, y un litro de este "oro líquido" alcanza fácilmente los 10 euros. Según los datos proporcionados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en un análisis realizado en diferentes cadenas de supermercados y marcas.
Más de un 15% de subida desde julio
Cómo indica la comparativa disponible en la web de OCU, se puede observar que si haces la compra regularmente y si eres consumidor de aceite de oliva, este cada vez está cada vez más caro. En concreto, el precio del aceite de oliva virgen extra (el conocido como AOVE) ha subido un 15,4% desde la primera quincena de julio.
Así desde OCU, se ha realizado un sondeo de precios en 10 cadenas de supermercados, comparando el precio que tenían 19 marcas de aceite de oliva virgen extra a primeros de julio y el que tienen ahora, a final de agosto. En esta comparativa de apenas mes y medio, la subida de precios ha sido generalizada y afecta a casi todas las marcas en todas las cadenas analizadas. Las únicas bajadas encontradas son en la marca Mar de olivos, y en el formato de 1 litro de Carbonell.
Desde la organización, se destaca que algunas marcas han subido más del 30% en apenas unas semanas... de media este producto ha subido un 15,4%. Se comparan distintos formatos (botella de vidrio de 0,75 l, de plástico de 1 litro) encontrando que el precio que aparece es en todos los casos el precio por litro.
¿Por qué está tan caro?
Lo que está detrás de las subidas es una mala cosecha en la última campaña, con descensos del 50% en la producción. Pero lo cierto es que en los lineales de los supermercados se está vendiendo aceite que es de la cosecha anterior, que fue normal, y se vendió en los mercados mayoristas a un precio mucho más asequible, por lo que no hay justificación para ese incremento de precios.
En OCU se denuncia la fuerte especulación que rodea al precio del aceite de oliva, un producto básico en nuestra dieta y un pilar de la gastronomía española. Un precio tan elevado obliga a los consumidores a buscar otras alternativas, que existen: además del aceite de girasol, hay otras grasas para cocinar, pero claro, no tienen la misma calidad que el aceite de oliva.
Pero también puede impulsar a otros a comprar aceite barato, en oferta, sin garantías sanitarias, o bien aceites fraudulentos, como en los últimos meses se ha tenido conocimiento de varias noticias de este tipo, sobre la venta de aceite ilegal, en mercadillos o en otras vías de distribución paralelas.
Ante esta situación desde OCU se pide al Ministerio de Agricultura que aumente el control de la cadena de producción del aceite de oliva, el objetivo de ese control es evitar los abusos y prevenir cualquier especulación que tan negativos efectos tiene tanto para los consumidores, como para los agricultores.