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La agricultura es el sector que presenta el mayor índice de accidentes graves en comparación con el resto de los sectores, ya que las tasas de siniestros mortales son de un 60 %, muy por encima del resto. Esta es una de las principales conclusiones de una investigación realizada por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que ha comparado la gravedad de la siniestralidad en el sector agrario entre ciudadanos extranjeros y españoles.
El trabajo, publicado recientemente en la revista científica Spanish Journal of Agricultural Research (SJAR), propone, a partir de los datos recogidos, acciones y planes para mejorar el sector con el objetivo de reducir la accidentabilidad.
El sector agrícola, el sector con mayor siniestralidad grave
Tras analizar cerca de 160.000 accidentes ocurridos entre 2013 y 2018, los autores recalcan que el sector agrícola tiene el nivel más alto de siniestralidad de trabajadores extranjeros, más aún cuando una parte importante de los accidentes ni siquiera se notifican.
Se estima que el sector agrícola registra la siniestralidad más grave y es el tercero en mayor número de accidentes. En concreto, el sector agrícola tiene unos elevados niveles de inmigración, condiciones laborales precarias y altos riesgos potenciales que vienen de la propia naturaleza del trabajo. Además, la agricultura es un sector en el que la proporción de trabajadores inmigrantes respecto al total y su precariedad son mayores, al ser un colectivo que suele estar menos informado y formado.
Según los datos analizados, la mayoría de los accidentes laborales en el sector primario se producen en Andalucía, Valencia, Extremadura y Murcia, regiones en las que el sector agrícola tiene más importancia. Sin embargo, en la inmensa mayoría de las comunidades autónomas los inmigrantes están menos días de baja, a pesar de ser el colectivo mayoritario. Por ejemplo, durante el periodo de estudio, en Extremadura se registraron 14.000 accidentes, de los que únicamente 640 eran de inmigrantes, y en Andalucía, de los cerca de 55.000 incidentes, solo 9.000 eran de personas extranjeras.
Soluciones a la alta siniestralidad
De este modo, los expertos abogan por el establecimiento de políticas de gobierno y medidas para las empresas que consigan equiparar las condiciones laborales entre inmigrantes y españoles. Entre las estrategias más efectivas para reducir la siniestralidad, destaca la potenciación de la formación continua a lo largo de la vida laboral, especialmente a los empleados con mayor experiencia y más edad, y explicar los derechos laborales a todos los trabajadores. Con ello, se garantiza un acceso equitativo de ambos colectivos a la salud laboral.
Es más, actualmente están haciéndose otros estudios en profundidad de otras variables, como la edad y la experiencia, así como de valoración de riesgos asociados al trabajo y de saber valorar las propias habilidades en el lugar de trabajo. En el caso del colectivo, estos trabajos se centran en estudiar sus condiciones laborales para que no se produzca el doble factor de precariedad laboral.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que es necesario realizar estudios más concretos de accidentes específicos, mejorar el reporte de datos y concienciar a las personas que conforman este sector de su alta precariedad, tanto en las grandes empresas como en las pequeñas.