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El final de campaña viene acompañada de la noticia más que satisfactoria, donde sigue imparable la buena salud de la comercialización de aceite de oliva. En los 6 meses de campaña se ha constatado un aumento del 7,2% con respecto a la pasada, que ya fue de récord, hasta las 863.000 toneladas vendidas. Los datos de marzo publicados por la AICA demuestran la realidad de una producción nacional que no alcanzará los 1,4 millones de toneladas (1.381.500 toneladas totales en España, de las que Andalucía ha producido 1.107.426). Una situación cuyo resultado no puede ser otro que el incremento de los precios en origen por encima de los costes de producción. Y que la tendencia se revierte se demuestra con el hecho de que se estén produciendo operaciones por encima de los 3 euros.
Junto a los datos anteriormente citados, las cifras proporcionadas por la AICA indica que la producción en el mes de marzo ha sido de 44.443 toneladas. Con respecto a las existencias, las correspondientes a producción son de 779.583 de toneladas, en manos de los envasadores unas 277.355 toneladas, en Patrimonio 46.541 toneladas, lo que nos dan unas existencias totales de 1.103.479 toneladas de aceite de oliva.
Para el responsable nacional de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA, y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, hay que destacar que las salidas en el mes de marzo, cifradas por la AICA en 150.000 toneladas, reflejan varias noticias más que satisfactorias. Por un lado, la cada vez mayor demanda nacional e internacional de aceite de oliva. Por el otro, la reversión de la crisis de precios en origen, que comienza a tener una línea ascendente y se encamina a consolidarse por encima de los costes de producción.
A pesar de estas magníficas noticias, UPA Andalucía mira con preocupación la futura campaña, sobre todo porque el déficit hídrico que están arrastrando los olivares en esta primavera determinará la producción del próximo año, que puede verse afectada a la baja de forma notable. Ante estas situaciones, Cristóbal Cano entiende que la estabilización de los precios no es solo una cuestión del sector, sino que en ella deben implicarse las administraciones.