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El mercado del aceite de oliva enfrenta una situación preocupante. Tras una campaña marcada por la escasez y una actual que, aunque algo mejor, presenta bajos rendimientos, los precios en origen han comenzado a descender de manera inesperada. Ante esta realidad, Olivérica, la Asociación Ibérica de Olivar en Seto, hace una llamada a la responsabilidad colectiva para proteger al sector y evitar distorsiones perjudiciales.
El Olivar: pilar económico y social
El olivar, independientemente del modelo de cultivo, es una actividad esencial para la península ibérica. Además de ser un motor económico, es un elemento clave para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo rural. Sin embargo, el equilibrio del mercado está en riesgo cuando los precios en origen no permiten a los agricultores cubrir costes ni planificar inversiones a futuro.
Un precio justo no solo es crucial para los agricultores; también beneficia a todos los eslabones de la cadena de valor: elaboradores, distribuidores y consumidores. Un mercado equilibrado fortalece la estabilidad del sector y garantiza la calidad del aceite de oliva como símbolo de tradición y excelencia.
Evitar distorsiones en el mercado
Olivérica enfatiza que los movimientos injustificados en los precios pueden desconectar al mercado de las realidades del sector productor. La transparencia y el respeto por los costes de producción deben ser fundamentales para garantizar una compensación adecuada a los agricultores.
Un precio justo no significa intervenir en el libre mercado, sino asegurar que las dinámicas de oferta y demanda reflejen de manera transparente y equilibrada la realidad del sector. Esto evita que las distorsiones afecten negativamente a los productores, quienes son el corazón de la industria.
Un llamado a la colaboración
Olivérica insta a todos los actores del sector –productores, industriales, distribuidores y administraciones públicas– a trabajar juntos para lograr un mercado más justo y sostenible. El compromiso colectivo es esencial para garantizar que el olivar siga siendo una fuente de riqueza económica, social y ambiental.
"El olivar no solo es un motor económico, sino también un pilar de sostenibilidad ambiental y un legado cultural. Protegerlo significa asegurar el futuro de nuestras comunidades y paisajes", declaró un portavoz de Olivérica.
Construir el futuro del aceite de oliva
Defender un precio justo para el aceite de oliva es una prioridad para garantizar la continuidad del sector y mantener su relevancia en los mercados nacionales e internacionales. Desde Olivérica, se reafirma la disposición al diálogo y a la colaboración en busca de soluciones que beneficien a todos los actores del sector.
Porque el progreso sostenible no es solo una meta; es un compromiso que se construye con la participación de todos los involucrados. El olivar y quienes lo trabajan lo merecen.