Revista
Hace 10 años, gran parte de los inversores consideraban la inversión en Agribusiness como una acción que implicaba incertidumbre y alto riesgo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, vislumbramos un cambio de paradigma.
Mentras que en 2015 el número de fondos que invertían en agricultura a nivel global era de 500, a día de hoy esta cifra asciende a 800, lo que supone un crecimiento del 60%. A nivel económico, estas inversiones se traducen en más de 130.000 millones de dólares en cartera.
Activos cada vez más atractivos
Son varios los motivos que han llevado a un creciente interés en esta clase de activos que desde luego ya venían profesionalizándose desde hace años a nivel global, alcanzando este nivel en la Península Ibérica. En primer lugar, dicho cambio es motivado por la demanda de producción de materias primas que requiere la sociedad actual. Se prevé un aumento de la población global de aquí a 2050, será entonces cuando se estima que la población mundial alcance los 9.500 millones de habitantes. A esto se le suma que la producción de comida deberá aumentar en un 60% al mismo tiempo que la tierra arable por persona está disminuyendo. Si en 1970 la tierra cultivable por persona era de 0,4 hectáreas, hoy en día es de 0,2. Lo que nos lleva a plantearnos la necesidad de reforzar los recursos dedicados a la agricultura a niveles de capital, conocimiento y sofisticación, así como a producir más con menos y de forma sostenible.
En segundo lugar, las fincas rústicas son activos que presentan rentabilidades estables y de poca volatilidad. Tanto es así que, de media, el retorno de la inversión es de un 14% frente al 8-9% que presenta el oro. A esto se le suma que la volatilidad es inferior al 10%
Si comparamos el sector inmobiliario urbano con el rústico, vemos que este segundo es menos volátil y se mantiene con cierta independencia y al margen de verse afectado por los diferentes ciclos económicos y sociales.
Para terminar, el hecho de que muchos de estos fondos diversifiquen sus porfolios permite una protección frente a la inflación.
Tienen disponible el artículo completo para su lectura en el número 191 de Óleo.