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El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que regula la reutilización de aguas, tras un extenso trabajo técnico y el consenso de todos los agentes implicados. Esta nueva normativa, propuesta por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), actualiza la legislación vigente para adaptarse a las exigencias del Reglamento Europeo y la modificación del Texto Refundido de la Ley de Aguas realizada en 2023.
La creciente preocupación por la escasez de recursos hídricos y las sequías provocadas por el cambio climático, junto con los avances en depuración de aguas residuales, han impulsado el desarrollo de la reutilización de aguas tras su tratamiento de regeneración. Esta práctica permite liberar recursos hídricos de mayor calidad para usos prioritarios, como el abastecimiento de agua potable, y es especialmente crucial en zonas costeras, donde se busca garantizar una mayor regularidad y seguridad en el suministro.
Un hito normativo para el uso eficiente del agua
El Real Decreto aprobado sustituye al Real Decreto 1620/2007, que en su momento representó un avance significativo en la promoción de la reutilización de aguas residuales en España. Sin embargo, la necesidad de actualizar la normativa surgió tras la entrada en vigor en 2023 del Reglamento Europeo 2020/741, que establece los requisitos mínimos para la reutilización de aguas regeneradas en el sector agrario. En respuesta a esta normativa europea, España ha implementado diversas modificaciones, incluida la reforma de la Ley de Aguas a través del Real Decreto-ley 4/2023.
El nuevo reglamento establece un marco jurídico que regula tanto la actividad de regeneración de aguas residuales urbanas como su uso privativo, asegurando que el agua regenerada cumpla con los estándares de calidad requeridos según su uso final.
Impulso a la sostenibilidad y seguridad hídrica
El Real Decreto fomenta la reutilización de aguas con medidas específicas como la creación de planes de fomento asociados a usos urbanos y el establecimiento de incentivos económicos, incluyendo subvenciones y exenciones de tarifas. Estas acciones buscan promover la sustitución de recursos hídricos naturales por aguas regeneradas, mejorando así el estado cuantitativo de los mismos. Con esta nueva normativa, se espera que en los próximos años se duplique el uso del agua regenerada en España.
Además, la normativa introduce el control riguroso de la utilización de estas aguas a través de planes de gestión del riesgo, garantizando que su uso cumpla con los más altos estándares de seguridad, bajo la supervisión de autoridades sanitarias y organismos de cuenca.
Con esta nueva regulación, España avanza hacia un modelo más eficiente y sostenible en la gestión de sus recursos hídricos, respondiendo a los desafíos del cambio climático y la creciente demanda de agua en todo el país.