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La Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido acaba de concluir que el aceite de oliva es "poco saludable", lo que se traduce en que todos los recipientes que contengan este producto tendrán que llevar en lugar visible la luz roja del semáforo ideado por las autoridades para identificar distintos productos en función de su nivel de "riesgo" para la salud.
Ante esta información, no se han hecho esperar las reacciones. Es el caso de Iloveaceite, cuyos responsables consideran que “antes de lanzar una alarma generalizada, es oportuno seguir por el camino de la información como mejor herramienta para desterrar cualquier tipo de sombre sobre el consumo de cualquiera de las categorías comerciales del aceite de oliva, en especial el aceite de oliva virgen y el virgen extra”.