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Un informe de Icex España Exportación e Inversiones pone de manifiesto que los franceses no tienen una imagen del aceite como producto español porque casi todo lo que se importa desde España se comercializa allí con enseñas de embotelladores franceses (Puget o Lesieur, entre otras) o con marcas blancas de la distribución (como el caso de Auchan, Carrefour o Monoprix). De igual modo, añade, “los franceses no conocen las marcas españolas porque es difícil encontrarlas en los supermercados”.
“El etiquetado de los aceites no resuelve el problema: en las etiquetas de los aceites de oliva en los supermercados se comprueba que, en la mayoría se indica, como lo autoriza la normativa comunitaria, Unión Europea como lugar de origen, sin especificar el país”, señala el informe.
Esta falta de “imagen de marca o de origen” se explica, por tanto, “por la cantidad de aceite de oliva que se vende a granel, que es embotellado por grandes empresas o con marcas de distribuidor”. En cuanto a los usos gastronómicos en el país galo, el aceite consumido tradicionalmente en la cocina para freír es el de girasol, y existe además una gran variedad de otras grasas vegetales, como colza, maíz, sésamo, nuez o piñones. Por su parte, todo el aceite de oliva que se comercializa en Francia es de la categoría virgen extra y se usa como condimento, no se usa para cocinar o para freír de manera habitual. Este informe indica también que “no se encuentra en las tiendas aceite de oliva que no sea virgen extra para estos usos”.
La producción francesa de aceite de oliva se encuentra en tan solo 5.000 toneladas anuales, pero es muy valorado y el Icex cita como ejemplo que existen ocho denominaciones de origen que Francia ha conseguido para sus aceites, muchas de ellas con producciones que no llegan ni a 500 toneladas. Según los expertos que han realizado el informe del Icex, la estrategia para intentar comercializar aceite de oliva en el segmento medio-alto pasaría “por hacer hincapié en las características diferenciadoras del aceite: procedencia local, variedades de aceitunas, denominación de origen, proceso de recolección de las aceitunas, sistema de elaboración”, es decir, “todo lo que pueda contribuir a incrementar la imagen del producto “made in Spain”, que se ajuste a la imagen y a la percepción que tiene el consumidor francés para este producto”.