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Desde Córdoba y Jaén, la organización agraria Asaja demanda a la Junta de Andalucía que contemple subvenciones destinadas al arranque y plantación de olivares, es decir, a la reconversión, al igual que se hará en Extremadura. Dichas ayudas irían destinadas a una producción más competitiva, precisa y de calidad. Asaja-Jaén se congratula de que “regiones como la extremeña hayan hecho suya la bandera de la reconversión, algo que lleva solicitando la organización jienense desde hace casi una década”. Recuerda que Andalucía, y por ende Jaén, es el epicentro productivo de aceite de oliva y que “debe de seguir siéndolo”, por lo que insta a la Administración autonómica a que “ponga a disposición de todos los productores las herramientas necesarias para que puedan seguir produciendo calidad de forma competitiva”.
Así, la organización pide al Gobierno andaluz que imite al extremeño, que ya ha anunciado este tipo de ayudas, que incluirá en su nuevo Plan de Desarrollo Rural y que persiguen, según han informado, lograr una producción de mayor calidad y más estable, mecanizable y moderna, al mismo tiempo que se “reducen drásticamente los costes”. El anuncio lo ha realizado la consejera extremeña de agricultura, Begoña García, aunque ya fue una iniciativa lanzada por su antecesor en el cargo.
Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja-Jaén, recuerda que la organización jienense lleva casi una década pidiendo ayudas directas para la reconversión y modernización del olivar. “Nos congratulamos de que Extremadura hayan hecho suya la bandera de la reconversión, pero ahora más que nunca es necesario que los andaluces también puedan optar por esta posibilidad, ya que, no nos olvidemos, Andalucía, y por ende Jaén, es el epicentro productivo de aceite y queremos que siga siéndolo”, indica Valero. El gerente y portavoz explica que, aunque en la Ley del Olivar ya se habla de estas ayudas, “es necesario que esto se defina de forma directa, con números y plazos, y que no quede en meras intenciones”.
Dichas ayudas son más que necesarias para la reconversión y modernización de los olivares menos viables, entre los que se encuentra el olivar en pendiente o de baja producción. La organización jienense apoyó también el manifiesto de su homónima cordobesa a favor del olivar en pendiente, en el que si no se producen líneas de ayudas específicas se correría el riesgo de su desaparición. Para Asaja, no se puede permitir que en determinadas comarcas el cultivo se abandone por las condiciones físicas del terreno.
En estas zonas de pendientes pronunciadas, el olivar tiene mucha importancia tanto social como económica, traducida en la creación de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, tan necesarios en una región que presenta las mayores tasas de desempleo del territorio nacional. Por tanto, “consideramos que hay que apoyar las explotaciones tradicionales con pendientes importantes, en las que las labores son complicadas y la recolección resulta muy difícil, pero que cumplen una función esencial en el control de la erosión, el mantenimiento del paisaje y del ecosistema y en la creación de riqueza y empleo”.