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Las salidas al mercado de aceite el pasado mes de agosto fue de 122.000 toneladas, una cantidad que algo inferior a las registradas en los meses anteriores, según recoge la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), pero muy buenas para un mes de agosto. De hecho, son las más altas registradas para este mes de las últimas seis campañas. Así, continúa el buen ritmo de salidas, con una media mensual que durante todo el año ha sido de 134.230 toneladas, y, si se hace una extrapolación de la media de los once meses de la campaña de comercialización, nos encontraríamos con un stock que no llegaría a las 500.000 toneladas al final de año.
Los datos de la AICA cifran la producción de la campaña en 1.121.700 toneladas. Con respecto a las existencias totales a final del mes de agosto se encuentran en 620.400 toneladas, 110.000 menos que en julio, de las que 333.200 se encuentran en almazaras, 252.000 en envasadores y 35.000 en el Patrimonio Comunal Olivarero.
Para el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, “Por lo tanto, habrá que estar muy expectantes, cuando el mes que viene nos den el aforo, de las disponibilidades que vamos a tener para la campaña de comercialización 2020/2021 que comienza el mes de octubre”.
El responsable nacional de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA, Cristóbal Cano insiste en las "malas prácticas comerciales" de la industria, y espera que la previsión de una campaña mundial menor en producción a la pasada sirva para que los precios en origen del aceite de oliva español comiencen a repuntar. No obstante, UPA vuelve a reclamar a las administraciones un compromiso más serio con el cumplimiento de la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria ya en vigor y que pongan en marcha un ambicioso plan de inspecciones y controles a la industria para que, simple y llanamente, cumplan la ley y no sigan comprando aceites por debajo de los costes de producción.
En está linea desde UPA Andalucía su secretario general, Miguel Cobos mantiene que durante todo el transcurso de la campaña, el ritmo de salidas ha sido elevadísimo, lo que demuestra la salubridad del sector y la alta demanda que tienen nuestros aceites de alta calidad en los mercados mundiales. A pesar de ello, hemos estado conviviendo con un mercado que sigue marcado por la especulación, con una falta de solidaridad absoluta por parte de la industria, que sigue pagando precios de ruina a los agricultores por debajo de costes de producción. Y que, además, sigue importando altas cantidades de aceite de terceros países, a pesar de las elevadas existencias en el nuestro, precisamente para seguir especulando.
Finalmente, mirando el contexto de previsión de aforo mundial de aceite de oliva, las noticias que nos llegan también son halagüeñas, ya que, a pesar de que para la campaña próxima se espera algo más de producción que en la presente en España, rondando las 1.500.000 toneladas si la climatología no nos da un revés, en el resto de países del arco Mediterráneo las estimaciones son a la baja, por lo que la producción total mundial de la campaña próxima será algo inferior a la de esta. “Esto se traduce en que lideraremos aún con más fuerza el panorama del mercado mundial y debemos ser los que marquemos el paso de las cotizaciones para que nuestros agricultores perciban, de una vez por todas, y tras dos campañas seguidas ruinosas, unos precios dignos y razonables”, concluye Miguel Cobos.