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Se espera que las plantas de aderezo se nutran principalmente de Verdiales y Pico Limón, con una producción total estimada de 15 mil toneladas.Incertidumbre y expectativasLa actual cosecha la consideramos media en producción y muy irregularmente repartida tanto en árboles como en parcelas.
Este enfoque, que abarca amplias zonas de producción, asegura que el control de la plaga sea eficiente y respetuoso con el medio ambiente.Un esfuerzo continuo por la calidadEl control de la plaga de la mosca del olivo es crucial para mantener la calidad del aceite virgen extra de la DO Sierra de Segura, un producto que se distingue tanto por su excelencia como por su sostenibilidad.
Las cosechas de 2022 y 2023 se situaron en 414.000 y 407.000 toneladas, respectivamente, y las previsiones para 2024 apuntan a 426.000 toneladas, una cifra que sigue por debajo de la media y confirma la tendencia de escasez.Esta falta de oferta está llevando a los envasadores españoles a depender más de la importación de aceituna foránea, lo que añade presión sobre los precios.Además del análisis del mercado, la jornada abordó dos problemas clave para el sector: la falta de mano de obra y el aumento de robos en el campo.César Moreno, director del Área Territorial del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), presentó una iniciativa en colaboración con ASAJA-Sevilla para casar oferta y demanda de peones agrícolas en la recolección de aceituna de mesa, un cultivo que depende en gran medida de la mano de obra manual, especialmente en variedades como la manzanilla y la gordal.
La campaña 2024/2025 está marcada por la severa sequía y las altas temperaturas que han afectado a la región durante los últimos cuatro años, lo que ha provocado una reducción de la producción de hasta un 85% en comparación con una campaña habitual, según los datos presentados por el Consejo Regulador de la DOP Aceituna Aloreña de Málaga.A pesar de las difíciles condiciones climáticas, las aceitunas que han sobrevivido presentan un calibre alto y están en buen estado sanitario, un aspecto positivo dentro de la crítica situación que enfrenta el sector.
El aforo se sitúa en 236 mil toneladas.Cacereña y Carrasqueña.- Ambas variedades muestran una producción escasa debido a la alta cosecha del año anterior.
Si observamos que la aceituna pasa de un verde oscuro a un tono más amarillento, es una señal clara de que la planta ha vuelto a ponerse en marcha.Este es también el momento en el que arranca uno de los procesos más importantes para la calidad del aceite: la lipogénesis.
Además, los análisis foliares son esenciales para evaluar el estado nutricional de la planta, permitiendo ajustar los niveles de nutrientes y asegurar un desarrollo óptimo del fruto.Expectativas y desafíosEn resumen, aunque las perspectivas actuales son positivas con un fruto fuerte y bien formado, existen muchos factores que podrían influir en la cosecha final.
Arrojar, en este momento, datos fiables es un atrevimiento, pero después de la primavera e inicio del verano en el Mediterráneo podríamos afirmar que, en principio, será una cosecha media, moderada.Todo parece indicar que no será una cosecha tan corta como en los dos últimos años, pero tampoco una cosecha superior a la producción global media, que se puede situar entorno a las 3.100.000 toneladas (5 últimas campañas).Así es, según nuestras estimaciones y basándonos en consultas a expertos que hemos hecho en los países mediterráneos, con todas las reservas, nos sale una horquilla proyectada de producción mundial entre 2.950.000 t y 3.250.000 t.Si ahora analizamos el consumo medio mundial en las últimas 5 campañas (datos COI) resultan 3.124.000 t.Considerando que el enlace, como hemos dicho, es técnicamente nulo, nos encontraremos ante una campaña de producción-comercialización prácticamente equilibrada, y repetimos, ¡partimos de existencias nulas!Y a esto le vamos a unir otro dato crucial: los costes de producción calculados por AEMO en España, año 2023, y actualizados según la subida de los últimos años de los precios unitarios, arrojan que producir un kilogramo de aceite de oliva en nuestro país, según el sistema de cultivo, tiene un coste medio ponderado que supera ya los 3.20 €/kg, y esto es considerando solo los costes anuales de explotación, es decir sin considerar los costes de inversión en la plantación ni la renta de la tierra. Puntos de partidaDicho todo lo anterior, resumamos los puntos de partida para esta campaña 2024/2025:Partimos de unas existencias prácticamente nulas de aceite de oliva en el mundo.La disponibilidad mundial de aceite de oliva coincidirá básicamente con la producción que será, a lo sumo, media y que es muy parecida al consumo medio de los últimos 5 años.Analizando las salidas medias mensuales de los dos últimos años el consumidor nos ha demostrado que valora el aceite de oliva y esta dispuesto a pagar por él.Los precios de 8 o 9 euros por kilo en origen, que se han llegado a alcanzar esta última campaña, estamos de acuerdo que no son buenos para nadie, pero ha ocurrido así por imperativos del mercado que tenía que recortar salidas.Los costes de producción se han incrementado más de un 32% en los últimos tres años.Y siendo así, nuestra reflexión es que no hay absolutamente ninguna razón para un descalabro de los precios del aceite de oliva en los próximos meses, ciertamente tendrá que haber un ajuste, pero debemos considerar el equilibrio producción-consumo, la lección que nos ha dado el consumidor valorando nuestro producto y el incremento de costes.Es la oportunidad para remunerar dignamente a todos los eslabones de la cadena de valor, el consumidor esta dispuesto a dedicar una renta al aceite de oliva y será nuestra responsabilidad si renunciamos a ella, y hundimos los precios al infierno en el que estuvieron hace unas campañas, no hay ninguna, repetimos, ninguna razón para ello.Proponer un precio mínimo para el aceite de oliva es un atrevimiento, pero afirmar que por debajo de 5 euros por kilo no existe remuneración justa si lo podemos hacer porque, dados los costes, son datos objetivos.