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Las primeras estimaciones de producción de aceite de oliva en Italia para la campaña 2024/2025, realizadas por Istituto di Servizi per il Mercato Agricolo Alimentare (ISMEA), indican que el país se enfrenta a un escenario complicado debido a la alternancia natural y los efectos adversos de la sequía. Las proyecciones actuales sitúan la producción en 224,000 toneladas, en un rango que va desde un mínimo de 215,000 toneladas a un máximo de 235,000 toneladas. Esto posiciona a Italia en el quinto lugar a nivel mundial en términos de producción de aceite de oliva.
Desafíos climáticos y regionales
Se prevé una recuperación significativa en las regiones septentrionales de Italia, con un aumento estimado del 75% respecto a un déficit en 2023, mientras que en el Centro se espera un incremento del 70%. Sin embargo, esta recuperación no compensa la drástica caída en las regiones del Sur, donde se anticipa una disminución del 41%, especialmente en Apulia, la región olivarera más importante del país. Aquí, se prevé que los volúmenes se reduzcan casi a la mitad en comparación con el año anterior.
La floración y el cuajado en Apulia han sido notablemente bajos, debido a condiciones climáticas desfavorables y al fenómeno de alternancia. Las escasas lluvias del verano y las altas temperaturas han causado estrés hídrico a las plantas, y aunque las recientes lluvias de septiembre proporcionaron cierto alivio, también generaron alarmas sobre la proliferación de la mosca del aceite, que podría afectar la calidad del producto.
Situaciones similares se presentan en Calabria y Sicilia. En Calabria, la falta prolongada de lluvias ha acentuado el estrés hídrico y ha provocado una disminución del vigor vegetativo y de la fructificación. En Sicilia, aunque la floración fue buena, se han registrado pérdidas de producción debido a la caída de frutos en junio y julio, además de que la sequía de agosto redujo las expectativas de producción.
Evolución del mercado y precios
Durante el verano de 2024, los precios del aceite de oliva virgen extra (AOVE) experimentaron ajustes a la baja, aunque se mantuvieron elevados en comparación con la media de años anteriores. Entre enero y septiembre de 2024, los precios promedio del AOVE aumentaron más del 30% en comparación con el mismo periodo de 2023, en Italia y España. Este aumento se suma al significativo incremento de 2023, cuando los precios alcanzaron niveles récord.
En el análisis de la dinámica de precios, a mediados de julio, los precios en la zona de Barese se mantuvieron en torno a 9,50 euros por kilo, mientras que en Foggiano se registró una disminución a 9,05 euros por kilo. En agosto, los precios cayeron por debajo de los 9 euros en Foggiano, mientras que en Barese se mantuvieron justo por encima de este límite. En comparación, en España, los precios del AOVE también mostraron caídas, estableciéndose en 7,80 euros por kilo.
En cuanto al aceite lampante italiano, los precios cayeron significativamente, pasando de una media de casi 7 euros a 5,27 euros por kilo entre enero y septiembre. Esta tendencia refleja una caída similar en el aceite lampante español, que descendió por debajo de 6,5 euros por kilo en julio y agosto.
Comercio exterior y perspectivas
Los altos precios internacionales han influido en el comercio exterior de Italia. Durante los primeros seis meses de 2024, las exportaciones italianas de aceite de oliva crecieron un 7% en volumen y un 63% en valor, superando los 1,600 millones de euros. Los flujos hacia Estados Unidos, principal destino del aceite italiano, mostraron un incremento del 10% en volumen y del 70% en valor en comparación con el año anterior.
Por el contrario, las importaciones cayeron un 16% en cantidad, aunque el gasto aumentó un 33%, alcanzando casi 1,700 millones de euros. Esta dinámica sugiere que el mercado del aceite de oliva en Italia está experimentando importantes transformaciones, lo que requiere atención y adaptación por parte de productores, embotelladores y consumidores en los próximos meses.