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De acuerdo con las principales conclusiones del estudio "El Sector de Procesado de alperujo. Posibilidades de un potencial colapso financiero y operativo" realizado por Juan Vilar Consultores Estratégicos, a petición de ANEO, inevitablemente y de darse las circunstancias hipotéticas de partida, durante la campaña próxima se produciría un colapso en el sector productor de aceite de oliva, tanto operativo, circunstancia estudiada semanas atrás, como financiero.
En la actualidad las 54 plantas de procesado de alpeorujo desempeñan su actividad teniendo como ingresos tres aspectos fundamentales, la venta del aceite, la del hueso, y la del orujillo, siendo las actuales cotizaciones en origen de los tres productos, resultan ser de las más bajas de la historia del sector.
Sin embargo, el nivel de costes que ostentan actualmente las mismas, eludiendo cualquier pago por la retirada y transporte del alpeorujo, incluyendo costes de producción, así como, gastos generales, supera con creces a los ingresos obtenidos.
Tales circunstancias, dejan al sector de procesado de alpeorujo ante una situación especialmente delicada en la cual, por cada tonelada de procesado de alpeorujo, y siempre según dicho informe, perdería del orden de casi 5 euros, o dicho de otro modo, la labor de recepción y procesado de alpeorujo resultaría deficitaria, sin posibilidad alguna de poder incidir en el precio de los aceites producidos, quedando en pérdidas, y a merced del comportamiento del mercado.
Dicha situación se agrava aun más debido, a que por tratarse de una campaña en la cual, es muy probable que se produzca una ruptura de flujo debido a lo elevado del volumen de la misma, se generaría el efecto contrario al dado en economías de escala, es decir, cuanto más se procese mayores serán las pérdidas que sobre el sector se repercutan.
Haciendo el ejercicio de la realización de una previsión, teniendo en cuenta que el sector podría procesar durante la próxima campaña del orden de 9 millones de toneladas de alpeorujo, más un enlace aproximado de 1 millón de estas, el resultado económico de tal actividad podría generar unas pérdidas que se acercarían a los 50 millones de euros, sin contar los que ocasionaría la potencial ruptura de flujo para el resto del sector, y que se cuantificaría, por día en algo más de 11 millones de euros.
Tales circunstancias, el colapso financiero, y la potencial ruptura de flujo, ponen al sector de orujero en una más que delicada situación, tanto económica, como operativa, inyectando una elevada dosis de incertidumbre al sector ante la inminencia de la campaña.