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La Unión Extremadura alerta de una posible crisis en el sector del aceite de oliva, señalando que la caída actual de precios de la aceituna responde a tendencias especulativas y podría llevar a la abandonar más de 250.000 hectáreas de olivar tradicional en la región. Según la organización, esta situación amenaza con un grave impacto económico y medioambiental, especialmente en zonas rurales de secano.
Olivar en Extremadura
Con 348.500 hectáreas dedicadas al cultivo del olivo, Extremadura se posiciona como una de las principales regiones productoras de aceite de oliva en España. De esta superficie, 287.000 hectáreas corresponden a olivares de secano (tradicionales y mayoritariamente de montaña), mientras que 61.500 hectáreas están en regadío, principalmente en las vegas del Guadiana, Tajo y Tierra de Barros.
El cultivo de regadío, gracias a su mecanización, presenta menores costos de producción, mientras que el olivar de secano, que a menudo enfrenta dificultades de mecanización, ofrece un importante valor medioambiental y cultural, pero a un costo más elevado.
Según un estudio de la Asociación Española de Municipios del Olivo, los costes de producción oscilan entre:
“La rentabilidad del olivar tradicional está gravemente amenazada si el precio de la aceituna no supera los 4,61 €/kg. En cambio, el olivar intensivo sigue siendo rentable incluso con precios bajos”, denuncia La Unión Extremadura.
Impacto de la especulación en el mercado
La organización también denuncia que la caída actual de los precios de la aceituna es consecuencia de prácticas especulativas por parte de algunas almazaras. La bajada de precios tiene como objetivo presionar a los productores, para luego incrementar el precio del aceite tras la recolección, ya que la producción de esta campaña apenas cubrirá las necesidades del mercado.
“La especulación está desplazando a los pequeños productores, favoreciendo únicamente a grandes industrias. Estimamos que, tras finalizar la campaña, el precio del aceite de oliva se estabilizará en torno a 8 €/kg, lo que demuestra que las bajadas actuales no tienen justificación real”, subrayan.
Riesgo medioambiental y abandono rural
La situación actual pone en peligro más de 250.000 hectáreas de olivar tradicional en Extremadura, que podrían ser abandonadas por falta de rentabilidad. Esto tendría graves consecuencias:
“La falta de apoyo al olivar tradicional contrasta con las ayudas que benefician al modelo intensivo y superintensivo. Es hora de pasar de los discursos sobre la ‘España vaciada’ a acciones concretas para proteger este cultivo estratégico”, reclama La Unión Extremadura.
Reclamo de medidas urgentes
La Unión Extremadura insta a las administraciones públicas a tomar medidas inmediatas para paliar esta crisis:
“La protección del olivar tradicional no solo es una cuestión económica, sino también medioambiental y social. Si no se actúa ahora, las consecuencias serán irreversibles para Extremadura y el sector olivarero en su conjunto”, concluye La Unión Extremadura.