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Un equipo de investigadoras de la Universidad de Granada (UGR) ha detectado niveles inusualmente altos de polen de olivo en la alta montaña de Sierra Nevada, una zona donde no existen olivares. Estos datos, registrados en repetidas ocasiones por encima de los 1000 granos de polen/m³/día, superan incluso los niveles medidos en la ciudad de Granada y han sido atribuidos al transporte atmosférico de masas de aire cargadas de polen desde áreas urbanas y periurbanas.
El estudio, liderado por Gloria Titos, del Departamento de Física Aplicada, y Paloma Cariñanos, del Departamento de Botánica, ambas integrantes del Grupo de Física de la Atmósfera del Instituto Interuniversitario del Sistema Tierra (IISTA-CEAMA), analiza la dinámica intradiurna de las concentraciones polínicas en dos ubicaciones clave: la ciudad de Granada y la Hoya de la Mora en Sierra Nevada, a 2.500 metros de altitud.
Transporte anabático de polen: un fenómeno atmosférico con impacto sanitario
El análisis ha demostrado que el polen puede ser desplazado a gran altitud mediante vientos anabáticos valle-montaña, que actúan como una vía de transporte desde zonas de emisión cercanas a la ciudad hasta las cumbres. Este patrón contrasta con las emisiones locales, que muestran su pico de concentración al mediodía, mientras que el polen transportado a distancia alcanza su máxima presencia a últimas horas de la tarde.
A pesar de la proximidad geográfica entre Granada y Sierra Nevada, las diferencias en altitud y ecosistemas generan perfiles polínicos diferenciados. No obstante, durante episodios de floración intensa de olivo en áreas urbanas o periurbanas, las masas de aire cargadas de polen pueden ascender y llegar a la alta montaña, intensificando la exposición incluso en áreas tradicionalmente consideradas "refugios" para personas alérgicas.
“Muchas personas con alergia buscan escapar del polen subiendo a la montaña, pero nuestro estudio demuestra que esa estrategia no siempre es eficaz”, alertan las autoras del estudio.
Metodología basada en tecnología Hirst
Para el análisis se utilizaron muestreadores tipo Hirst, capaces de simular la respiración humana al succionar aire a razón de 10 L/min y capturar las partículas polínicas presentes. Las muestras se recogieron en dos ubicaciones: en la Facultad de Ciencias de la UGR, como estación urbana, y en el Albergue Universitario de Sierra Nevada, como estación de alta montaña.
El equipo de Sierra Nevada permitió identificar no solo polen transportado desde zonas bajas, sino también tipos polínicos locales correspondientes a la vegetación característica del entorno de alta montaña, como pinares, encinares, sabinares y pastizales alpinos.
Implicaciones para la salud y la gestión ambiental
Este fenómeno tiene implicaciones relevantes tanto para la salud pública como para la gestión de alertas aerobiológicas. El hecho de que se registren eventos de polinización extrema en zonas de alta montaña cuestiona las estrategias habituales de prevención frente a alergias estacionales y pone de manifiesto la necesidad de considerar las dinámicas atmosféricas regionales en los sistemas de predicción y alerta.
Además, los resultados refuerzan la idea de que el polen puede comportarse como un contaminante atmosférico de largo alcance, lo que implica que las medidas de mitigación deben ir más allá del ámbito local.
En este contexto surge OLIVITECH, con el objetivo de desarrollar un sistema de alerta que combine datos del olivo con la presencia de patógenos, la sintomatología, y la meteorología de cada parcela. Un consorcio multidisciplinar para un enfoque integralPara llevar a cabo esta iniciativa, se ha creado un equipo multidisciplinar coordinado por la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), en el que participan Monet Tecnología e Innovación S.L., Aceites Abril S.L., Oleand Manzanilla Olive S.Coop.And, Deoleo Global, el Grupo de Investigación en Sistemas Agroambientais (GISA) de la Universidad de Vigo, y el Grupo de Investigación Botánica Sistemática y Aplicada de la Universidad de Córdoba.Fases del proyectoLa primera fase del proyecto se centrará en la validación de técnicas de recogida de datos automáticos y la toma de datos sobre la sensibilidad del olivo, la concentración de esporas, la sintomatología de las enfermedades, y la meteorología.