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Estos datos, registrados en repetidas ocasiones por encima de los 1000 granos de polen/m³/día, superan incluso los niveles medidos en la ciudad de Granada y han sido atribuidos al transporte atmosférico de masas de aire cargadas de polen desde áreas urbanas y periurbanas.El estudio, liderado por Gloria Titos, del Departamento de Física Aplicada, y Paloma Cariñanos, del Departamento de Botánica, ambas integrantes del Grupo de Física de la Atmósfera del Instituto Interuniversitario del Sistema Tierra (IISTA-CEAMA), analiza la dinámica intradiurna de las concentraciones polínicas en dos ubicaciones clave: la ciudad de Granada y la Hoya de la Mora en Sierra Nevada, a 2.500 metros de altitud.Transporte anabático de polen: un fenómeno atmosférico con impacto sanitarioEl análisis ha demostrado que el polen puede ser desplazado a gran altitud mediante vientos anabáticos valle-montaña, que actúan como una vía de transporte desde zonas de emisión cercanas a la ciudad hasta las cumbres.
Gracias a técnicas estadísticas avanzadas como el análisis cluster, los investigadores han identificado patrones inéditos que explican cómo se comporta el polen en distintas condiciones atmosféricas.Uno de los hallazgos clave del estudio es que el régimen de vientos influye de manera distinta en la concentración de polen antes y después del pico máximo de la temporada:Fase previa al pico: la floración local es el principal factor determinante.Fase posterior al pico: la llegada de masas de aire del noroeste aumenta la concentración de polen en Córdoba. Además, el valle del Guadalquivir juega un papel fundamental en este proceso, canalizando los vientos en dirección nordeste-suroeste y afectando la distribución del polen en la región.Implicaciones para la gestión de alergias al polen del olivoLos resultados de este trabajo no solo mejoran la comprensión de la dispersión del polen, sino que también sientan las bases para modelos predictivos más precisos.