Revista
El olivar es un bosque de 11,5 millones de hectáreas conservado por el hombre. Actúa como un pulmón absorbiendo CO2 y almacenando en el suelo, un papel que debe ser reconocido por la sociedad. Esta es la visión del Consejo Oleícola Internacional (COI) sobre la que lleva trabajando más de 10 años.
Que el cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo como sociedad, es una realidad. En lo que corresponde a la agricultura y en particular al sector oleícola, para afrontar los efectos del cambio climático distinguimos entre estrategias de adaptación y mitigación. Las principales estrategias de adaptación son la mejora genética varietal y la mejora del uso eficiente del agua. Se necesitan variedades mejor adaptadas a las nuevas circunstancias ambientales y un mayor conocimiento del manejo del cultivo en escenarios de riego deficitario controlado. Respecto a las estrategias de mitigación, todo pasa por la descarbonización de las operaciones a nivel de campo, de los procesos industriales, y de la valorización de los coproductos en nuestra cadena de valor, consiguiendo realmente la circularidad en nuestro sector.
De esta manera se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto, la concentración de CO2 en la atmósfera, lo cual reduciría el calentamiento global. No obstante, no podemos quedarnos aquí. La relación entre el olivar y el cambio climático es bidireccional: el olivar, a través de su proceso natural de respiración, retira CO2 de la atmósfera que acaba almacenando en la biomasa y en el suelo de manera estable y permanente. Es decir, el olivar es un sumidero de CO2, y, por tanto, se convierte en una estrategia eficaz para combatir el cambio climático y alcanzar los objetivos de neutralidad climática propuestos por Naciones Unidas.
10 años de trabajo
En 2012, el COI creó un grupo de expertos para evaluar el balance de carbono en el sector. Este grupo de expertos llegó a la conclusión principal de que ya había suficientes conocimientos científicos para respaldar estas afirmaciones sobre el balance de CO2, y propuso al COI el desarrollo de una metodología y herramientas útiles. Estas conclusiones se presentaron en la COP22 de Marrakech junto con la aplicación web del COI para la evaluación del balance de carbono.
En 2017, el COI elaboró un estudio en el que se determinó que la capacidad de absorción de CO2 por el olivar mundial se encuentra en el entorno de 47 millones de toneladas de CO2 al año. Esto supone que, en términos medios, el balance de carbono – es decir, la diferencia entre las absorciones y las emisiones que se generan en las operaciones agronómicas de una hectárea de olivar – es del orden de 4,5 toneladas de CO2eq/año.
En el primer trimestre de 2023, el IPCC publicó el AR6-SYS-REPORT en el que se destaca la captura de CO2 por la agricultura como una de las principales estrategias para combatir el cambio climático.
Hoy en día asistimos a la proliferación de numerosas iniciativas privadas por partes interesadas para generar créditos de carbono en la agricultura que, hipotéticamente, podrían monetizarse en el mercado voluntario de emisiones. No obstante, existe un alto grado de incertidumbre sobre la solvencia de los métodos, y falta de transparencia en las operaciones y en la calidad de los créditos certificados, etc… Esto está generando unas expectativas importantes en el agricultor sobre las que actualmente no tenemos seguridad jurídica y normativa para su consecución. La UE está desarrollando un marco de certificación voluntaria de créditos de carbono. Por tanto, nos encontramos ante un momento crítico para que el olivar obtenga el reconocimiento de su papel medioambiental y, por qué no, para que el agricultor obtenga unos ingresos adicionales basados en sus buenas prácticas agronómicas sostenibles.
Parece lógico considerar que el COI debe liderar el posicionamiento de este sector, dotando a sus miembros de herramientas técnicamente contrastadas, bajo estándares reconocidos y validados, y que sean de fácil uso para el usuario final.
Puede leer este artñiculo completo en el número 195 de Óleo.