Revista
La campaña se presenta con una estimación de la producción un 23,3% inferior a la media de las últimas 5 campañas, con una aceituna muy sana, pero de menores calibres , según el informe de campaña 2022 realizado por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía a finales del mes de diciembre.
La campaña de producción ha estado muy marcada por la sequía. Las lluvias primaverales, ligeramente superiores a la media, no compensan el déficit hídrico acumulado. Las intensas olas de calor sufridas durante la floración e inicio del cuajado, redujeron significativamente el número de frutos. El año agrícola 2021-2022 se inició con un déficit hídrico medio del 25% en la zona de producción de la aceituna para mesa. Ese déficit se ha hecho notar tanto en el agua disponible en el suelo, como en el agua embalsada, acentuándose con las estaciones más secas.
En esa situación de golpes de calor y falta de agua, el olivar manifestaba estrés hídrico y el fruto se presentaba poco turgente o deshidratado, especialmente en las zonas de secano. La falta de lluvia precipitó el verdeo para evitar la pérdida de producción por el agostamiento y amoratamiento de los escasos frutos.
Sin mano de obra especializada
La normalidad sanitaria ha vuelto a la campaña tras las medidas COVID implementadas en las dos campañas anteriores, sin embargo, se ha mantenido el problema generalizado con la mano de obra especializada en las zonas donde no es posible la mecanización.
Debido a la falta de personal, cada año resulta más complicado completar las cuadrillas (el personal llega a cambiar diariamente), lo que incrementa las gestiones administrativas y ralentiza el verdeo. Para paliar, se observa un aumento en la tendencia a la contratación de empresas de servicios por parte de los productores. Pero la pérdida en la gestión de las cuadrillas (cuándo vienen, qué parte se recoge…) y el incremento de costes, al final añade más incertidumbre al olivarero.
Incidencias sanitarias, calidad y calibres
Sin apenas incidencias, la aceituna se presenta con buena calidad sanitaria. Los calibres han sido en general menores a los habituales y ha sido patente la falta de turgencia. El olivar de secano es el que más se ha visto afectado por la escasez hídrica, dando lugar a frutos pequeños que, en algunas zonas, se agostaron y amorataron antes de poder verdear y que se destinaron a molinos. Pero tampoco el regadío, con restricciones desde principios de verano, ha escapado del estrés, y ha producido frutos sanos, pero de menores calibres
Enlace y Producción
Según los datos andaluces de la Agencia de Información y Control Alimentarios con fecha 19 de diciembre de 2022, el balance provisional de entrada de aceituna cruda bruta en las entamadoras andaluzas en la campaña 2022/23, refleja que la entrada de aceituna a las entamadoras fue de 382.200 toneladas siendo ligeramente superior a lo estimado como producción verdeable al inicio de campaña en torno a las 366.448 toneladas.
En cuanto a las variedades, en las entamadoras andaluzas han entrado 107.420 toneladas de Manzanilla, lo que supone un 22,8% menos que en la campaña anterior y es un 25,4% inferior al promedio del periodo 2011-2021. De la variedad Gordal se han contabilizado 18.910 toneladas, lo que representa un 53,5% menos que en la campaña anterior y es un 44,2% inferior a la media de los 11 años anteriores. Para la Hojiblanca, las entradas han sumado 226.560 toneladas, lo que representa un descenso del 24,7% respecto a la campaña anterior y un 8,7% menos que la media cosechada en las últimas 11 campañas.
En cuanto al resto de las variedades cultivadas en Andalucía (calculadas agregando las tipologías de la AICA: Cacereña, Carrasqueña y Otras) han sumado apenas 5.830 toneladas, una cantidad que es un 78,7% inferior a la campaña anterior y se encuentra un 69,9% por debajo de la media del periodo 2011-2021.
Precios precibidos por el agricultor
Los precios durante la campaña han estado marcados por la poca disponibilidad de producto, en un esfuerzo de las entamadoras por cubrir sus necesidades.
Las entamadoras partieron con unas existencias apenas un 1% por debajo del valor medio de la década, pero un 15% por encima que la campaña anterior. Comenzaba, por tanto, una campaña normal en cuanto a interés y apetencia de aceitunas para llenar los depósitos, pero las condiciones ambientales hicieron temer la depreciación de la calidad del producto y, por tanto, la escasez de aceitunas destinada a entamado.
Las cotizaciones se iniciaron con valores similares a los de la campaña pasada, pero rápidamente se fueron incrementando en los puestos ante la falta de producción. Solo en las últimas semanas, y ante la imposibilidad de encontrar aceituna con calibre suficiente, se redujeron los precios en las partidas sin clasificar.
Según variedades, podemos señalar que la Gordal, cuyas primeras operaciones se pagaban en valores cercanos a 1€, las cotizaciones se incrementaron conforme se veía que no había posibilidad de recuperar producción porque las lluvias no llegaban. El valor mínimo se situó en 0,97 €/kg y el máximo en 1,49 €/kg (en función del momento y los calibres), quedando un precio medio de 1,37 €/kg, que es un 56% superior a la media de años anteriores.
Algo similar ocurrió con la Manzanilla, pero con un intervalo más estrecho, marcando su mínimo en 0,78 €/kg y su máximo en 1,1 €/kg en los mayores calibres. El precio medio (0,98 €/kg) se encuentra un 22% por encima de la media de las campañas anteriores.
En Hojiblanca, cuya producción de secano se ha visto muy afectada por la falta de agua, los precios iniciales empezaron más altos que la campaña anterior. El mínimo fue 0,65 €/kg y algunas partidas (de regadío y con mejores calibres) llegaron a cotizar a 0,85 €/kg. El precio medio queda en 0,79 €/kg, un 53% por encima del precio de años anteriores.