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Una actuación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) de Brasil realizada el pasado 11 de noviembre, interceptó la venta de aceite compuesto como aceite de oliva. El aceite compuesto es una mezcla de aceite de soja y otros aceites vegetales, que debe estar claramente indicado en la etiqueta para que el consumidor no sea engañado en el momento de la compra.
La inspección en un punto de venta en São Paulo y en dos fábricas ubicadas en Porto Feliz (SP) y Cajamar (SP) constató que el aceite compuesto se vendía sin identificación del producto y con expresiones en las etiquetas destinadas a engañar al consumidor: "mezcla de aceite de oliva virgin extra", "mezcla de aceite de oliva y aceites vegetales" o "elaborado con aceite de oliva virgen extra", seguido de imágenes de aceitunas y hojas de olivo.
Según el equipo que participó en la acción, se consideró inequívoco el intento de engañar al consumidor en el momento de la compra. También se constató que las botellas se vendían en los estantes junto con los aceites de oliva, lo que contribuía a aumentar las posibilidades de error y confusión.
La inspección procedió a la suspensión de la venta de productos en el mercado del barrio de Tatuapé, en la capital, y se dirigió a la fábrica de Porto Feliz, donde se incautaron 96.000 etiquetas y 8.640 botellas. Los auditores fiscales de Ministerio brasileño ordenaron a la fábrica retirar inmediatamente los productos del mercado para evitar mayores daños a los consumidores.
Además en la otra fábrica, la inspección constató que el producto se vendía en varios canales de comercio electrónico e inmediatamente procedió a decomisar 70.000 etiquetas que se encontraban en stock y determinó que la empresa tomó medidas para retirar los productos de los canales de venta por internet. Simultáneamente, otro equipo suspendió con cautela la venta de 1.000 botellas de aceite de oliva por sospecha de fraude. Tras la conclusión de los informes de laboratorio, Mapa divulgará las marcas irregulares de aceite de oliva.