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Sevilla, primera provincia productora de girasol de España, inició la semana pasada la recolección de las casi 130.000 hectáreas de esta oleaginosa con tan elevada demanda ante la falta de la materia prima de Ucrania, el principal suministrador de la industria extractora nacional.
La invasión de Ucrania está en el origen del incremento de los precios del aceite de girasol en los mercados internacionales -cotiza a 1.600 euros/tonelada-, y en consecuencia en el crecimiento de las siembras de esta oleaginosa.
Según los datos proporcionados por los servicios técnicos de ASAJA-Sevilla, la superficie dedicada al girasol ha crecido en España y en Andalucía más de un 20%, al pasar de 626.000 hectáreas a 750.000, en el caso de España; y de casi 194.000 a 246.374 en el caso de Andalucía. En la provincia de Sevilla este incremento porcentual de superficie es aún mayor. Los agricultores sevillanos han incrementado las siembras de girasol en un 30%, al pasar de las 99.335 hectáreas de la pasada campaña a las 129.554 de la actual.
Este incremento de superficie será insuficiente para cubrir toda la demanda nacional, puesto que la productividad de esta campaña estará por debajo de la media. En concreto, en el caso de Sevilla y de Andalucía el golpe de calor de mediados de junio, con temperaturas que superaron los 40 grados, ha afectado negativamente al girasol, que estaba en ese momento en plena floración y llenado de grano.
Rendimientos bajos
Las primeras fincas recolectadas en la provincia de Sevilla así lo confirman. En el caso de los secanos la media que se está obteniendo es de 1.000 kilos por hectárea, mientras que en los regadíos (con mucha menos superficie) la media de producción obtenida está en los 3.000 kilos por hectárea.
Las previsiones apuntan a que, pese al notable incremento de superficie (+ 20%), la producción nacional sólo se incrementará en un 7,5% con respecto a la pasada campaña. Se estima que la cosecha española de girasol estará en torno a 825.000 toneladas, una producción que no permitirá satisfacer toda la demanda nacional de pipa de girasol. Se estima que nuestro país necesita 1,2 millones de toneladas de pipas para abastecer la demanda interna de aceite de girasol y el consumo de torta destinado a la formulación de piensos.
A la espera de que la pipa comience a cotizar en las lonjas, los servicios técnicos de ASAJA-Sevilla estiman que, teniendo en cuenta las cotizaciones internacionales, la pipa de girasol tipo (9% de humedad, 2% de impurezas y 44% de rendimiento graso) debería rondar los 800 euros/tonelada.