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Los oleicultores catalanes están de enhorabuena, por una parte, según las previsiones iniciales, la producción de aceite de oliva llegará a las 35.000 toneladas, lo que supone un 30% más que el año anterior, y que contrasta con las grandes zonas productoras del sur de España, como Andalucía, que sufrirán importantes reducciones de cosechas. Así lo ha confirmado el responsable de aceite de oliva de la Federació de Cooperatives Agràries de Cataluña (FCAC), Antonio Galceran, en declaraciones a Efe.
Además, ha señalado que la recolección está muy avanzada en las áreas amparadas por las Denominaciones de Origen Garrigues y Siurana -variedad arbequina-, aunque en el Valle del Montsià, donde más hectáreas y producción hay, queda aún más tiempo, al ser una zona más tardía. En líneas generales, Cataluña ha recogido ya entre el 80 y el 85% de su cosecha, y este mismo mes podría concluir prácticamente toda la recolección en la variedad arbequina, mientras que en febrero se acabará con el resto.
En cuanto a los rendimientos grasos, ahora son similares al año pasado, ya que en Cataluña no se han producido incidencias meteorológicas importantes, y calidad es “muy buena”, igual o algo mejor que el año pasado, según indica Galceran, a excepción de las zonas donde la plaga de la mosca del olivo es casi “endémica”.
En cuanto a los precios, el segundo motivo de enhorabuena para los productores de la zona, se han estado haciendo operaciones por 3,30 y 3,50 euros el kilo para el virgen extra con Denominación de Origen de la variedad arbequina, lo que supone recuperar cotizaciones que no se veían desde hacía una década. Después de 7 u 8 años con valores muy bajos, los oleicultores celebran que el oro líquido retome niveles de rentabilidad.