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A pesar de ser todo un experto en AOVEs, Francisco Vañó, director de Castillo de Canena, reconoce que “cuanto más cosas conocemos del olivo y del aceite de oliva más nos damos cuenta de que nos queda mucho por aprender”. En una entrevista concedida a Oleo Revista nos explica las dificultades a las que han tenido que hacer frente en esta cosecha, que ha resultado ser especialmente complicada.
Esta complicidad se ha debido, entre otras cosas, a “la extraña climatología a la que nos hemos enfrentado, con un mes de mayo muy caluroso, que agostó gran parte de la flor del olivo, y un verano de temperaturas no excesivamente extremas pero que ha durado prácticamente cinco meses, hasta los primeros días de noviembre”, explica Vañó.
Reconoce que esto puede venir motivado por “el cambio climático que ya lleva afectando a los agricultores vitivinícolas desde hace años y que está llamando a nuestras puertas”. Por ello, añade que “tenemos que estar preparados de cara al futuro y pensar que estos problemas que hemos sufrido este año serán (y ojalá me equivoque) estructurales y no coyunturales”.
También afirma que “no existen dos campañas iguales por lo que nuestra labor es ir adecuándonos a las propias reglas de la Naturaleza haciendo uso, en la medida de nuestras posibilidades, de las herramientas que la tecnología nos ofrece”.
Pueden leer la entrevista completa en el número 159 de Oleo Revista.