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“Es una pena que el 80% del aceite que se consume en España sea de baja calidad cuando de nuestras tierras se extraen los mejores zumos de aceituna del mundo, y todo ello por falta de conocimiento”. Así lo afirmaba ayer, 4 de noviembre, el experto en análisis y cata de AOVE, Maximiliano Arteaga, en la cata que ofreció a un grupo de medios de comunicación que viajamos a las instalaciones de Alma de Jerez, en la provincia gaditana, donde tuvimos la oportunidad de probar y comprobar la calidad sus AOVEs, éstos sí, auténticos virgen extra. Se trata de un proyecto con apenas dos años de vida que nace en una explotación de olivar pionera ubicada en la campiña jerezana, en el municipio de Torrecera, propiedad de El Jardín de Almayate, uno de los grupos empresariales agrícolas más importantes del país.
Según Arteaga, “queda mucho trabajo por hacer, muchas información que proporcionar al consumidor para que sepa diferenciar un aceite de oliva virgen extra y no crea que está consumiendo un aceite de calidad cuando realmente lo que consume es un aceite de oliva, hecho a base de lampantes o refinados”. Durante su explicación hizo hincapié en que es preciso formar al consumidor, mostrarle las diferencias entre un aceite de oliva y un virgen extra, que son muchas, y no tanto en precio, enseñarle a diferenciar entre un lampante o refinado y un AOVE, para que éste sepa lo que está consumiendo y tenga capacidad de elección y diferenciación a la hora de comprar y consumir uno u otro. Afirmó también que existen marcas que envasan sus aceites etiquetándolos como virgen extra, cuando en realidad no lo son y el público, por desconocimiento, cree que está consumiendo un aceite de calidad sin serlo.
Previo a la cata, los medios de comunicación visitamos la finca de donde procede Alma de Jerez, una extensión cultivada con 700.000 hectáreas de olivar superintensivo, para lo que cuentan con la colaboración de Todolivo, cuya variedad predominante es la arbequina, aunque también posee zonas de arbosana.
Esta finca cuenta también con una almazara de última generación integrada en la propia explotación, lo que permite mantener la trazabilidad del producto en todo momento, desde el árbol hasta la botella, lo que unido al sistema de cultivo y recolección en superintensivo, permite que en apenas un par de horas se pueda pasar del fruto a la aceituna al zumo extraído, tal y como pudimos comprobar en esta visita, en la que los responsables de la almazara nos mostraron todo el proceso, desde la recogida de la aceituna, su posterior recepción en la almazara y elaboración del aceite. En esta finca todo lo que se extrae es virgen extra.