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La “falta de respuesta y compromiso” por parte de la Junta de Andalucía y “la respuesta negativa” del Gobierno central, dejan al olivar en pendiente y de baja producción sin ayudas específicas solicitadas por las organizaciones agrarias como Asaja-Córdoba, que lamenta esta situación y señala que “estamos ante un elevado riesgo de desaparición del cultivo en las comarcas de La Sierra, Los Pedroches y Subbética con las consecuencias económicas, sociales y medioambientales que ello conlleva”.
La organización agraria ha reaccionado así ante el silencio de la Junta de Andalucía que “se pone de perfil frente a la situación que están atravesando los agricultores andaluces” y que, como administración competente, debería incluir a la mayor brevedad una nueva ayuda dentro del marco del nuevo Programa de Desarrollo Rural (PDR) en condiciones similares a la que existía en 2003. De igual modo, ante "la falta de determinación por parte de la Administración central", ya que la ministra ha indicado que no está justificado conceder una ayuda asociada a la producción al olivar en alta pendiente porque ese cultivo no está en riesgo. Por tanto, espera que “recapaciten ambas administraciones y decidan tomar actuaciones en defensa del interés de nuestros olivareros”.
En este sentido, Asaja-Córdoba considera, tal y como recoge su Manifiesto de Apoyo al Olivar en Pendiente al que ya se ha sumado la Diputación de Córdoba y diversos ayuntamientos de la provincia, además del comité ejecutivo de Asaja-Andalucía y de las Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba, que el Ministerio de Agricultura debería proponer en las próximas conferencias sectoriales antes del 1 de julio de 2016, como se acordó en la conferencia sectorial de enero de 2014, una revisión de los sectores perceptores de ayudas acopladas, y se considere al olivar en pendiente como perceptor de las mismas.
Para Asaja, debido a que la importancia del olivar en Andalucía es fundamental, “no podemos permitir que en determinadas comarcas, el cultivo se abandone por las condiciones físicas del terreno”. Y es que en estas zonas de pendientes pronunciadas, el olivar es vital, tanto social como económicamente, traducido ello en la creación de puestos de trabajo, directos e indirectos, muy necesarios en una región que presenta las mayores tasas de desempleo del territorio nacional.
Por ello, la organización agraria considera de gran importancia el apoyo del Gobierno central y de la Junta de Andalucía a las explotaciones tradicionales con pendientes importantes en las que “las labores son complicadas y la recolección resulta muy difícil, pero que cumplen una función esencial en el control de la erosión, el mantenimiento del ecosistema y en la creación de riqueza y empleo”.