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Más del 83% del consumo mundial de aceite de oliva se produce en los propios países productores, según el estudio sobre el sector internacional del aceite de oliva presentado por el vicepresidente ejecutivo de GEA Iberia, Juan Vilar, en la UNIA. En su intervención, destacó que la expansión que está viviendo actualmente el consumo del aceite de oliva se produce por la familiaridad, “es decir, en primer término, un país se incorpora al consumo, posteriormente si su geografía y orografía lo permite, comienza a producir su propio aceite, y tras ello su consumo se dispara necesitando importar masivamente el mismo”. Un claro ejemplo de este proceso son países como Brasil, China, o Arabia Saudí que, tras comenzar a producir, ha incrementado su consumo de aceite por encima del 100% en los últimos años.
Por ello, pone de relieve que la incorporación de nuevos países productores de aceite de oliva no supone una amenaza para los grandes productores tradicionales, como España, sino que representa una oportunidad para comercializar sus excedentes. Actualmente, se produce aceite de oliva en 47 países de los cinco continentes, aunque España, Italia, Grecia, Túnez y Siria aglutinan el 80% de la producción mundial. En cuanto a las tendencias de consumo, el aceite de oliva ya se consume en 169 países, aunque Italia, España, Estados Unidos, Grecia, Siria y Turquía concentran más del 63% del consumo total internacional. Estas cifras tienen como referencia las estadísticas de las diez últimas campañas oleícolas.
Si se atiende a los excedentes medios de la última década, España, Grecia, y Túnez, acumulan más de un millón de toneladas de media, por lo que “estos tres países deberían trabajar de forma estratégica para potenciar de forma conjunta el consumo internacional, priorizando el consumo interno, pues los efectos son inmediatos y los recursos usados menos, en sus respectivos países sobre todo, pues compiten entre sí en el mercado globalizado”, señala Vilar.