Revista
Recientemente se ha publicado un nuevo artículo en la revista Resources, Conservation & Recycling que muestra que las personas en los países mediterráneos pueden reducir su huella hídrica cambiando a una dieta mediterránea saludable o EAT-Lancet. En dicho trabajo, con el título: ¿Qué dieta tiene la menor huella hídrica en los países mediterráneos?, realizado por investigadores del JRC de la UE, de la empresa Arcadia SIT y del FoodLab Research Group de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) señalan que tal cambio podría ayudar a hacer un uso sostenible de los recursos hídricos cada vez más escasos en los países mediterráneos, donde el sistema alimentario es el principal impulsor del uso del agua.
En el artículo se analiza en qué medida la huella hídrica de las personas en nueve países, que representan el 88% de la población de todos los países ribereños del Mediterráneo, se vería afectada por el cambio a estos dos patrones dietéticos saludables y ambientalmente sostenibles.
Además, muestran que el cambio a la dieta EAT-Lancet reduciría la huella hídrica existente del consumo de alimentos entre un 17% y un 48% en todos los países mediterráneos. Y en cuanto a la dieta mediterránea podría reducir la huella hídrica en España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Egipto y Marruecos entre un 4% y un 35%. Asimismo, para los países del Magreb, Túnez y Argelia, el cambio a la dieta mediterránea aumentaría ligeramente la huella hídrica del consumo de alimentos, especialmente debido a las recomendaciones de alta ingesta de aceite de oliva en esta dieta.
Según los autores, también consideran que aumentar el uso del riego por goteo tanto para el olivar, como para los cultivos de frutales reduciría aún más la huella hídrica en la dieta en los países del Magreb, Marruecos, Túnez y Argelia. Y demuestran por primera vez que la dieta EAT-Lancet requiere menos recursos hídricos que la dieta mediterránea.
ODS
Para los investigadores señalan que cambiar a estas dos dietas saludables y aumentar la efectividad del uso del agua puede ayudar alcanzar el objetivo 6.4 de los ODS, que tiene como objetivo reducir la escasez mundial de agua. Esto es particularmente importante para una región mediterránea cada vez más escasa de agua.
Las políticas integradas del sistema alimentario pueden encontrar información valiosa en este análisis, identificando compensaciones y opciones beneficiosas para todos con otros indicadores ambientales, económicos y socioculturales.