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La cosecha de aceituna de verdeo de la campaña 2019/2020 podría verse reducida a la mitad. Es la terrible predicción que ha anunciado UPA Andalucía, solo dos días después de que se iniciase la campaña el pasado 2 de septiembre. ¿El motivo? Una vez más, las inclemencias meteorológicas.
Y es que el presente año 2019 está siendo el tercer año más seco en lo que llevamos de siglo, una situación que se ha llevado por delante a muchos agricultores y, en especial, al sector de la aceituna. Las tormentas de granizo caídas el pasado lunes 26 de agosto sobre el municipio de Pedrera, los territorios colindantes a Estepa, Gilena, La Roda y otras zonas productoras no han supuesto sino otro varapalo más para el sector, que, cuando ya estaba celebrando la llegada de la lluvia, se la encontró acompañada de pedrisco que produjo daños en la arboleda, infraestructuras y depreciación de frutos.
Tal y como reza el comunicado de UPA Andalucía, "si las lluvias otoñales no hacen acto de presencia en breve [...] la cosecha de aceituna de verdeo para la presente campaña 2019 se podría ver reducida a la mitad con respecto a la media de las últimas cuatro campañas". Una situación crítica que, sin embargo, puede verse mejorada en las variedades más tardías, a la espera de recibir lluvias suficientes que las mejores. Las variedades manzanilla y gordal, en cambio, serán las más afectadas, con un descenso que la organización estima en el 45% y el 60% respectivamente.
Debido a la situación meteorológica, que se suma a las múltiples dificultades económicas y estructurales del sector, la organización ha solicitado a la Consejera de Agricultura ayudas que faciliten la liquidez para las explotaciones, ya sea por vía directa, vía exenciones en las cuotas a la Seguridad Social o mediante una moratoria de los préstamos y/o nuevos préstamos sin interés. Así mismo, la asociación ha propuesto, también la aplicación módulo fiscal cero para los municipios productores de aceituna de mesa.
Finalmente, UPA Andalucía ha instado a los agricultores a que aseguren sus producciones, ya que el seguro agrario "es la única herramienta de la que disponen para hacer frente a los posibles riesgos climáticos no controlables que puedan afectar a sus explotaciones".