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El proyecto Reutivar 2.0 está llegando a su etapa final, culminando el próximo 15 de julio, tras haber acumulado nuevas evidencias y conocimientos sobre la aplicación de aguas regeneradas en el cultivo del olivar. Este proyecto, financiado por la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) 2014-2020, ha sido una pieza clave en el marco de las Ayudas al funcionamiento de los grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas en el sector agroalimentario.
El objetivo principal de Reutivar 2.0 ha sido evaluar el impacto del uso de aguas regeneradas en tres variables cruciales para la sostenibilidad del cultivo del olivar: la calidad del agua de riego en la red de distribución, las propiedades del suelo y su fertilidad, y la calidad de la cosecha. A lo largo del proyecto, se han obtenido datos valiosos que demuestran cómo las aguas regeneradas pueden ser una alternativa viable y sostenible para el riego del olivar andaluz.
Además, Reutivar 2.0 ha incorporado elementos innovadores para adaptar y optimizar las tecnologías de tratamiento de agua según el concepto "fit for purpose" (adecuado al uso). También se ha llevado a cabo un estudio sobre la valorización de lodos, explorando su posible aplicación en la recuperación de suelos degradados aptos para el cultivo del olivar. Otro aspecto importante ha sido el análisis de las implicaciones del nuevo Reglamento de Aguas Regeneradas de la UE en el riego agrícola.
Con la mayoría de sus tareas ya avanzadas o completadas, Reutivar 2.0 se cierra en un contexto en el que las administraciones están promoviendo activamente el uso de aguas regeneradas y potenciando el mix hídrico en las cuencas andaluzas, especialmente en las zonas litorales. Estas iniciativas buscan mejorar la garantía y disponibilidad de agua para riego, un recurso esencial para la sostenibilidad agrícola en la región.
El proyecto ha demostrado que el uso de aguas regeneradas no solo es una opción viable sino también una necesidad imperiosa para asegurar la sostenibilidad y productividad del sector olivarero andaluz. La colaboración entre entidades públicas y privadas ha sido fundamental para alcanzar estos avances y continuará siendo vital en futuros desarrollos.