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La calidad del aceite de oliva, es su factor diferenciador como producto asociado a una serie de valores vinculados a la sostenibilidad social, medioambiental y gastronómica. Dicha calidad responde a unas cualidades ya definidas, a través de parámetros normalizados que se encuentran reglamentados. Esta evaluación es realizada por los laboratorios físico-químicos que son responsables en última instancia de analizarlos y clasificarlos dentro de las diferentes calidades para su posterior comercialización.
El Consejo Oleícola Internacional, a través de la Unidad de Normalización e Investigación lleva a cabo el reconocimiento de laboratorios físico-químicos y sensoriales (paneles) de países miembros y no miembros. Esto significa un importante reconocimiento para los laboratorios, que se obtiene tras demostrar un buen desempeño y confiabilidad de los resultados obtenidos mediante la realización de pruebas de aptitud anuales y un riguroso control por parte de la secretaría ejecutiva del COI. En este número, nuestra publicación pregunta a cuatro de los laboratorios que han recibido ese reconocimiento este año, sobre la importancia de este certificado y su repercusión en el desarrollo de su actividad.
Reconocimiento y beneficios
“El reconocimiento de nuestro panel por el COI representa una garantía a nivel nacional e internacional. El Panel de Aceite de Oliva Virgen de Aragón es un laboratorio con carácter oficial y tiene la acreditación de la ISO 17.025 y la Autorización del Ministerio de Agricultura, el hecho además de tener el reconocimiento del COI hace que nuestro panel tenga todos los reconocimientos posibles. Para nuestros clientes esto representa una garantía que hace que nuestras certificaciones sean válidas en todo el mundo”, señala, el responsable del Panel de cata de aceite de oliva virgen de Aragón, Bienvenido Callao Navales.
En este aspecto, la jefa de Panel de Citoliva, Amparo Ruiz de Adana, reconoce que “es sin duda un gran logro, conseguido tras mucho trabajo, y que aporta un valor añadido a la actividad que se viene realizando desde el año 2012, cuando el panel de cata comenzó su andadura”. Y añade, “el reconocimiento nos sitúa como el primer panel de cata de la provincia con esta distinción, y para nuestros clientes supone una mayor garantía a nivel internacional”.
Desde el punto de vista del responsable del Panel de cata de aceite de oliva virgen del Laboratorio Agroalimentario de Granada de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía, Francisco Carrillo Espigares supone, “un prestigio a nivel internacional, y además se traduce en una garantía más en cuanto a la fiabilidad y calidad de los resultados analíticos lo cual es fundamental para el apoyo al sector del aceite de oliva virgen tanto en la producción como en la comercialización del mismo”.
Y finalmente para la responsable del Laboratorio Alimentario del IMIDRA y jefa del Panel de Catadores de aceite de oliva virgen de la Comunidad de Madrid, Mª Ángeles Pérez Jiménez, “garantizan la competencia técnica en análisis físico-químico y sensorial de los aceites de oliva vírgenes, lo que supone un valor añadido para nuestros clientes y usuarios, y en concreto para el sector oleícola de la Comunidad de Madrid. Son muchos los clientes que requieren este reconocimiento a la hora de solicitar un servicio analítico de aceite de oliva o aceite de oliva virgen que les permita acceder a una parte importante del mercado que exige este sello”. Además resalta que, “permite al laboratorio desempeñar un papel clave en el comercio internacional del aceite de oliva al poder ejercer el arbitraje en las operaciones comerciales internacionales”.
Pueden leer el informe completo en el número 193 de Óleo.