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El diseño de unas adecuadas políticas públicas requiere, de forma imprescindible, disponer de datos objetivos e imparciales. En el caso del sector agrario y pesquero, donde existen políticas europeas comunes, la obtención de datos es especialmente relevante porque, además de ser fiables, deben ser comparables entre todos los Estados miembros y con países de nuestro entorno.
Las administraciones públicas, como entes de interés general y de servicio al ciudadano, debemos garantizar la publicación de estadísticas adecuadas. En el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trabajamos para obtener datos fiables y ofrecerlos de forma accesible, tanto al personal especializado, como a los ciudadanos en general. Para dar respuesta a las demandas de información y a los requerimientos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), este ministerio destina más de 6 millones de euros anuales a la obtención de datos, con los que elaboramos una serie de publicaciones que recopilan, de forma sintética, transparente y objetiva, la información relacionada con nuestros sectores de actividad.
De hecho, este ministerio está reconocido ante el Instituto Nacional de Estadística (INE) como gran productor de datos. En concreto, nuestro departamento realiza 31 operaciones estadísticas para analizar un sector desde diferentes ángulos: operaciones de seguimiento de producciones físicas, datos de evolución de precios, o sobre la relevancia productiva en términos macroeconómicos.
Estos datos son transmitidos a Eurostat, con una periodicidad que va desde la semanal a la anual, para su análisis por parte de las autoridades comunitarias. Por ejemplo, recientemente hemos recibido los resultados de un ejercicio de evaluación, conocido como “Peer Review”, en el que se analiza la situación y las prácticas que este ministerio lleva a cabo en el ámbito estadístico. Este informe ha destacado el grado de implantación de los principios contemplados en el código de buenas prácticas de las estadísticas europeas, en especial en lo referido a la accesibilidad a la información y a la apuesta decidida por utilizar nuevas fuentes de datos con el fin de reducir la carga al informante.
Pero no nos quedamos ahí. Tenemos además un equipo destinado al análisis de los datos, tanto de los de producción propia como de los proporcionados por otros departamentos, con los que se realizan informes por ejemplo sobre la evolución del empleo, del comercio exterior o de los precios de los carburantes, en los que la colaboración con otros ministerios o con la Agencia Estatal de Administración Tributaria son esenciales.
El artículo de opinión se encuentra disponible para su lectura en el nº193 de Óleo.