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La climatología es el mayor vector de incidencia en la tendencia de los precios en aceites de oliva. Esta es una de las conclusiones principales que se desprenden del estudio “los vectores de incidencia en la tendencia de precios en origen en los aceites de oliva: clima, producción, consumo y superficie” elaborado por Juan Vilar Consultores Estratégicos, y presentado recientemente en Sevilla.
La presentación del estudio auspiciado por GEA, FOSS, AGR Global, Agromillora, Daymsa, y Santander Agro, puso de manifiesto que existen varios vectores que inciden en la tendencia de formación de precios en origen para los aceites de oliva, unos de largo plazo, y otros que resulten ser de corto plazo, teniendo entre ellos una confirmación positiva especial de incidencia.
Vector a vector, en primer término, la climatología, especialmente las temperaturas elevadas y ausencia de lluvias, minan la producción del olivar de secado del planeta (7,3 millones de hectáreas), reducción su oferta, y de forma gradual, por el ciclo de ausencia de lluvias y temperaturas elevadas, lo que reduce los acuíferos subterráneos, y cauces de los ríos, lo que acaba de llegar a los 4,3 millones de hectáreas de olivar de regadío plantado en el mundo, de este modo se ve afectada la producción, segundo vector de importancia.
Un vez afecta la producción está queda por debajo de la posición experimentada por la demanda, lo que comienza con la elevación de los precios de forma gradual, llevándolos, paso a paso, a una escalada que de forma persistente, pero sólida, afecta en primer término a los precios en origen, y tras ello, a los precios en el lineal, hasta comenzar con un deterioro del consumo.
El vector superficie es un factor de largo plazo que generalmente solo interviene en los periodos de lluvias copiosas, momento en el cual contribuye a la escalada de productividad de los olivares mundiales, y contribuye de forma cíclica a la caída de precios en origen repitiendo el ciclo de forma periódica, contribuyendo a una caída de precios en origen, y del mismo modo en el largo plazo, contribuyendo a la recuperación lenta de la demanda, que en un periodo determinado, y todo ello en función, de nuevo del clima, haría que se recuperara el consumo.
Por lo tanto, son 4 los vectores que intervienen de forma directa y combinados en la creación de precios en origen, el de máximo efecto, y más cortoplacista sería el clima, surgido de forma directa sobre la producción, del cual es multiplicador la evolución de la superficie, una vez modificada la tendencia de precios en origen, al alza, o baja, su evolución interviene en el consumo, resultando un fallo entre oferta y demanda, y de este modo traslada dicho desequilibrio, positivo por parte de la oferta en una caída de precios, y cuando supera la demanda a la oferta, compuesta de producción y existencias, las cotizaciones se aprecian durante épocas en las cuales el ciclo de lluvias resulta ser de nuevo detonante de cambio de tendencia.