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La provincia de Córdoba va generalizando la campaña de recolección de aceituna para aceite de oliva, sobre todo tras los últimos días de lluvia. La mayoría de las cooperativas y almazaras de la provincia han abierto la recepción de aceituna para molino y, aunque todavía el ritmo de recogida no es muy alto, empiezan a entrar ya las primeras aceitunas de fincas y parcelas menos afectadas por la sequía. Los rendimientos esta campaña se esperan más bajos, pues el estrés hídrico de los olivos provocó que se parara la síntesis de aceite, según ha informado la organización agraria Asaja Córdoba.
El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, subrayó que “la sequía que atravesamos repercutirá en el tamaño de las aceitunas, dejando frutos muy pequeños” por lo que añadió que “es crucial que llueva en estos próximos días para que se mejore el estado del olivar”.
Por tanto, añadió que la situación en estos momentos “es muy delicada debido a que el estado actual de sequía podría reducir la cosecha de la aceituna a la mitad” ocasionando unas pérdidas que podrían llegar a los 500 millones de euros en la provincia de Córdoba durante esta campaña 2022-2023.
Pero, además, preocupa mucho ya no sólo esta cosecha, si no la siguiente 2023/2024 porque la mala situación en que van a encontrarse los olivos por la falta de agua hará que, de no tener un otoño e invierno con precipitaciones más que suficientes, los árboles no sean capaces de “cargar” aceituna porsu debilidad fisiológica.
La incidencia de la sequía llega, además, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, como los abonos, fitosanitarios y el gasóleo, que se encuentran disparados y subiendo progresivamente.