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La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, inauguraba ayer la XVII Feria del Olivo de Montoro, en la que hasta el próximo sábado, 17 de mayo, participan más de 140 empresas y 132 expositores. Durante su intervención, Víboras anunciaba que “volverá a solicitar al Ministerio que aplique una ayuda asociada especialmente diseñada para el olivar tradicional en pendiente”, ya que pese a la negativa inicial del Gobierno central, este incentivo es “necesario para garantizar la viabilidad de miles de explotaciones familiares” que viven de este tipo de olivar, “que produce aceites de gran calidad pero tiene unos costes de recolección muy elevados”.
Además, reiteraba la importancia que tienen estas ayudas en sectores tan específicos de Andalucía como es el del olivar en pendiente, “típico en esta zona cordobesa”. Elena Víboras recordaba también que “en la nueva Política Agrícola Común, el sector del olivar no es precisamente el más beneficiado. Según los informes de los técnicos de la Consejería, va a perder en el próximo marco un 10%, por lo que desde la Consejería siempre hemos defendido y así lo seguiremos haciendo que este olivar en pendiente tenga una discriminación positiva, por los altos costes que conllevan su recolección y labores de manejo”.
La titular de la agricultura andaluza se ha referido al potencial oleícola de la provincia cordobesa, que cuenta con el mayor número de Denominaciones de Origen de aceite de oliva de Andalucía (Baena, Lucena, Montoro–Adamuz y Priego de Córdoba), “clara muestra de la diversidad de sus olivares”. Con más de 345.000 hectáreas de olivar y unas 354.000 toneladas en esta campaña, Córdoba es la segunda productora de aceite de oliva de Andalucía y España. Concretamente, la provincia produce el 23% de todo el aceite andaluz y el 20% del nacional. “Estamos hablando de empleo y riqueza, por lo que se trata de un sector que hay que seguir mimando y cuidando”.
Para la consejera, esta zona cordobesa posee un “paisaje de gran belleza natural, que unido a la calidad de los alimentos y el importante patrimonio histórico y cultural, lo convierten en un atractivo turístico de primer orden. Algo que debemos aprovechar y poner en valor, no sólo para crear actividad económica en nuestros pueblos, sino también para acercar mejor al consumidor a la cultura del aceite y todo lo que conlleva”, ha añadido.
Respecto a este salón, la consejera destacaba que constituye “un referente para el sector oleícola nacional e internacional”.