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Ya se han dado los primeros pasos para conseguir que la Unesco declare como Patrimonio de la Humanidad el paisaje del olivar de cinco provincias andaluzas. Ayer, 24 de septiembre, tenía lugar la primera reunión de la comisión técnica formada por expertos que redactarán el expediente. En ella, presidida por el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, ha quedado constituido el grupo formado por representantes de ocho entidades: el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE); la Fundación Guillén; la Universidad de Jaén; la Consejería de Educación y Cultura; la Delegación Territorial de Educación y Cultura; la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural; el Instituto de Estudios Giennenses; y la Diputación de Jaén, acompañados de sus equipos técnicos.
Antes de la reunión, el presidente de la Administración provincial ha destacado que se da un paso más en “un proyecto que ha despertado ilusión en la provincia de Jaén”. Reyes ha fijado la doble tarea que tiene este grupo técnico por delante: por un lado “trabajar en la elaboración del documento que habrá que presentar a la Unesco para aspirar a esta declaración, que sabemos que no es una carrera corta, sino una carrera a medio y largo plazo”. Además, ha pedido a la comisión la puesta en marcha de “un proceso para captar adhesiones como las que ya se han conseguido: la de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), o la de las asociaciones de desarrollo rural de Andalucía”.
Por su parte, la secretaria general de Cultura de la Junta de Andalucía, María del Mar Alfaro, ha brindado “todo el apoyo de la Junta de Andalucía” y ha reconocido que “esta provincia tiene mucha experiencia en los trabajos y esfuerzos que supone conseguir estos objetivos que son tan difíciles de lograr pero que reportan tantísimos beneficios, no materiales, pero sí de reconocimiento”. Por su parte, el rector de la Universidad de Jaén, Manuel Parras Rosa, ha recordado que con este proyecto “lo que pretendemos es demostrar que el olivar no es solo fuente de renta y empleo, sino que es además fuente cultural y un elemento que ha moldeado un tipo de cultura en los territorios en los que está anclado”.