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Un estudio del grupo de investigación Inmunología Tumoral, dirigido por el profesor de Inmunología de la Universidad de Jaén (UJA), José Juan Gaforio, ha determinado que el ácido oleanólico (AO), presente en la piel de las aceitunas, podría inhibir la proliferación de células de cáncer de mama altamente invasivas, mientras que protege a las células epiteliales de mama normales.
Según explican desde la propia Universidad, el ácido oleanólico (AO) y el ácido maslínico (MA) son constituyentes de las pieles de diferentes frutas, incluidas las aceitunas y uvas blancas o rojas. Aunque se sabía que ambos compuestos tienen propiedades beneficiosas contra diferentes tipos de cáncer, hasta el momento no había estudios sobre sus efectos quimiopreventivos en el cáncer de mama humano.
En el estudio realizado, publicado en la revista Molecules, los investigadores de la UJA utilizaron células de cáncer de mama humano y células epiteliales mamarias humanas no cancerosas para determinar los efectos de la OA y MA. Los resultados mostraron que la OA inhibió la proliferación y el aumento del estrés oxidativo de las células altamente invasivas. Adicionalmente, OA disminuyó el estrés oxidativo y el daño oxidativo al ADN en las células epiteliales mamarias humanas. Estos resultados sugieren que la OA podría actuar como un agente quimiopreventivo en el cáncer de mama humano, pudiendo inhibir la proliferación de células de cáncer de mama altamente invasivas.
Aunque el ácido oleanólico se encuentra sobre todo en la piel de la aceituna, José Juan Gaforio explica que también se puede encontrar en la pulpa de la aceituna y aparece también en el aceite de oliva virgen. El investigador de la Universidad de Jaén resalta el efecto dual que presentan este tipo de componentes, “de tal manera que ejercen un efecto diferente en células normales al que ejercen en células tumorales, lo que puede ayudar a entender por qué el consumo de ciertos alimentos puede ayudar a prevenir determinados tipos de tumores”.
El grupo de investigación Inmnología tumoral de la Universidad de Jaén trabaja desde hace años en el estudio de aquellos componentes minoritarios de los aceites de oliva vírgenes, como el escualeno, el hidroxitirosol, el ácido maslínico, el uvaol, el eritrodiol o el tirosol, que pueden contribuir en la prevención del cáncer de mama, “que tienen también unos efectos similares, muchos de ellos antioxidantes, manifestándose en muchos esta dualidad de cómo afectan de manera diferente a las células, según sean normales o tumorales”, asegura el investigador responsable del grupo.