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Esta es la pregunta a la que se daba respuesta el pasado viernes, 12 de marzo, en unas jornadas organizadas por Citoliva y la Universidad de Granada, en las instalaciones de Geolit en Mengíbar (Jaén), tituladas “Prácticas de manejo agrícola sostenible para aumentar la fijación de carbono en el olivar”. Entre los participantes estaba el director general de Castillo de Canena, Francisco Vañó, quien compartió con otros profesionales del sector, su experiencia relacionada con el mantenimiento de la cubierta vegetal en los olivares de su compañía, así como su impacto en la fijación de gases de efecto invernadero y, por ende, en la reducción de la Huella de Carbono.
Se trata de las conclusiones iniciales del proyecto Carbolivar, desarrollado por la Universidad de Córdoba y de Jaén, y que desde un primer momento acogieron en su finca siguiendo su propia política de concienciación social, de apoyo al desarrollo de la educación del sector olivarero, y de cooperación para impulsar la economía de la región.
Tras la intervención de Francisco Vañó, los asistentes se desplazaron hasta el campo para ser testigos de las parcelas destinadas al proyecto Carbolivar, dónde visitaron las torres de medición que instalaron en 2014 con el fin de obtener científicamente los datos que se habían presentado previamente. Son datos sobre el efecto sumidero que posee la cubierta vegetal y que pueden ayudar en la reducción de la Huella de Carbono, así como su influencia sobre el calentamiento del Planeta.