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La Comisión Europea ha adoptado dos medidas para ayudar al sector agroalimentario. Dichas medidas aumentarán el flujo de caja de los agricultores y reducirán la carga administrativa para las autoridades nacionales, regionales y para los propios agricultores.
Por un lado, la Comisión ha acordado aumentar los anticipos de pagos directos (del 50% al 70%) y los pagos de desarrollo rural (del 75% al 80%). Los agricultores comenzarán a recibir estos adelantos a partir de mediados de octubre. Además, los Estados miembros podrán pagar a los agricultores antes de finalizar todos los controles sobre el terreno.
La segunda medida trata precisamente de reducir dichos controles sobre el terreno, debido al contexto actual que exige un menor contacto físico entre los agricultores y los inspectores. El número total de controles a realizar se reduce, para la parte predominante del presupuesto de la política agrícola común (PAC) del 5% al 3% (para pagos directos y medidas de desarrollo rural). La excepción también proporciona flexibilidad en términos de cronograma de los controles para permitir a los Estados miembros el uso más eficiente de los recursos, respetando las normas de confinamiento.
Los Estados miembros podrán utilizar fuentes alternativas de información para reemplazar las visitas tradicionales a la granja. La Comisión está alentando el uso de nuevas tecnologías, por ejemplo, para ampliar el uso de imágenes satelitales para verificar la actividad agrícola en el campo o fotos geoetiquetadas para demostrar que se realizaron inversiones.
Estas medidas ayudarán a reducir la carga administrativa y evitar demoras innecesarias en el procesamiento de las solicitudes de ayuda para garantizar que el apoyo se pague a los agricultores en el menor tiempo posible.