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LIFE Resilience, proyecto cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea (UE), cuyo principal objetivo es la prevención de Xylella fastidiosa en explotaciones de alta densidad tanto de olivar como de almendro; continúa con sus trabajos que permitan a los agricultores adaptarse a las nuevas exigencias de la agricultura moderna, como es el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Como afirma Teresa Carrillo, directora del proyecto “en las fincas demostrativas de LIFE Resilience, ubicadas en España, Portugal e Italia, se llevan a cabo buenas prácticas sostenibles que fomentan la consecución de los ODS, como es el caso del uso de métodos naturales para el control de insectos vectores, la aplicación de estrategias de riego que reducen el consumo de agua y energía, y la implementación de cultivos de cobertura que aumentan la fijación de carbono”. “Esta iniciativa es un claro ejemplo del valor de las alianzas entre empresas, asociaciones de agricultores, universidades y centros de investigación, lo cual está muy en línea con el ODS 17”, añade Carrillo.
Un proyecto como LIFE Resilience no puede quedar fuera de este compromiso planetario y con los trabajos realizado está poniendo su granito de arena para que todo el olivar apueste por sistemas productivos respetuosos con la sociedad, los productores y el medio ambiente. De hecho, el proyecto se encuentra orientado al cumplimiento de todos los ODS que aplican al cultivo de especies leñosas, como son el ODS 1, ODS 2, ODS 3, ODS 4, ODS 6, ODS 7, ODS 8, ODS 11, ODS 12, ODS 13, ODS 15y ODS 17.
De forma concreta, LIFE Resilience contribuye a cumplir con un buen número de las metas fijadas por Naciones Unidas para cada uno de sus ODS como, por ejemplo, una producción y consumo sostenible, la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos o la gestión sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad, entre otras.
Un proyecto que pretende ser un modelo replicable de mejores prácticas para el olivo, el almendro y otros cultivos leñosos, como los sistemas de producción de cítricos y vid en Europa, aumentando su capacidad de adaptación al cambio climático y futuras epidemias.