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La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) pide al Ministerio de Hacienda y Función Pública un IVA reducido del 10% para el suministro de energía al regadío, tal y como soportan los suministros domésticos, después de que el Gobierno prorrogara las medidas fiscales para reducir la factura de la luz y de que la Unión Europea acordara flexibilizar la normativa sobre el IVA.
Para ello, Fenacore ha remitido una carta a la ministra María Jesús Montero explicando que la fijación de un tipo reducido del 10% para el sector del regadío ayudaría a los agricultores a abaratar un 30% su factura eléctrica, siempre y cuando la medida se acompañara de la posibilidad de contratar dos potencias eléctricas al año, recientemente recogida en la Ley para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.
En este sentido, los regantes lamentaron que si aún no pueden disfrutar de la doble potencia es por la inacción del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a quien incumbe el desarrollo reglamentario de esta disposición, que ya se incluyó en la Ley de la sequía de 2018 y en la enmienda aprobada en el marco de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
“Un balón de oxígeno para un sector asfixiado”
La Federación sostiene que este ahorro vendría a suponer un balón de oxígeno para un sector asfixiado -entre otras causas- por las diferencias existentes entre los costes de producción y los precios de venta, y que ocupa el segundo puesto en el ranking de los consumidores de energía en España, únicamente por detrás de ADIF.
Fenacore alega que la normativa europea permite aplicar el IVA reducido a los suministros eléctricos y pone como ejemplo el precedente de los Consorcios de Bonifica en Italia (colectivos de riego similares a nuestras Comunidades de Regantes). Además, en la carta, los regantes destacan que hoy en día una de las principales amenazas para el sector es el coste de la energía para los suministros eléctricos de bombeo de agua.
En este sentido, recuerdan que hasta el año 2008 la mayoría de los usuarios de energía eléctrica se encontraban dentro de un sistema tarifario regulado, cuyo coste era asumible. Pero que a partir de ese año en que cambió el sistema tarifario, los regantes han ido sufriendo incrementos en los costes de la energía, hasta el punto de que en el periodo 2008-2021 la factura se ha disparado más de un 120%, comprometiendo objetivos contraídos tanto por Agricultura como por el MITECO.
Y todo ello, pese a los esfuerzos ímprobos por modernizar los sistemas de riego, lo que ha permitido producir más alimentos usando menos agua y energía.
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “las Comunidades de Regantes son Corporaciones de Derecho Público que están sujetas al pago del IVA de sus suministros, pero que no pueden repercutirlo a sus comuneros, por lo que finalmente, el IVA pasa a ser un gasto que no pueden compensar y supone uno de los principales lastres para la competitividad del regadío, dificultando así el objetivo de seguir modernizando el casi millón de hectáreas aún pendientes”.