Revista
Los aceites de oliva y de orujo de oliva se atenderán a una nueva norma de calidad a partir de este año 2020, con el objetivo de proteger el aceite de oliva en planteamientos de trazabilidad, como ancla para mejorar el control de calidad del producto. La nueva norma llega tras la derogación del Real Decreto 308/1983 poniendo fin a cuatro décadas de vigencia.
La trazabilidad se establece como eje central de la nueva norma, que tratará de evitar las posibles prácticas fraudulentas. La nueva disposición detalla todos los aspectos inherentes a dicho concepto: Registros de trazabilidad, condiciones generales de los registros, productos que deben constar en los distintos registros, información de los registros de entradas y salidas, información del registro de trazabilidad interna o información mínima del documento de acompañamiento durante el transporte. Además se establece un Plan Coordinado de Control de la Trazabilidad por parte de las autoridades competentes de control de la calidad y defensa contra fraudes, que será adoptado por la Mesa de Coordinación Alimentaria.
José María Ferrer, Jefe, del de Departamento de Derecho Alimentario de AINIA desde 2000, ha participado en acciones de consultaría y asesoramiento jurídico en materia de etiquetado alimentario, nuevos ingredientes y alimentos. En su opinión, "la nueva norma beneficiará a todos los agentes intervinientes: industria, consumidores y autoridades competentes. Si se logra aprobar, se habrá dado un gran paso para hacer progresar la legislación alimentaria y dotar al sector oleícola de un marco legal que contemple las diversas situaciones que pueden darse en la industria alimentaria y que además, recoja los intereses de todos los agentes de la cadena de valor”