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Sigue ondeando la incertidumbre alrededor de la licitación al almacenamiento privado de aceite de oliva. La medida, que albergó muchas esperanzas en el sector, sentó como un jarro de agua fría tras conocerse los datos de la primera licitación, que en absoluto contentaron a los olivareros. A falta de unos días para que se abra el periodo para la segunda licitación (12 a 17 de diciembre), UPA ha lanzado un comunicando solicitando más y mejores ayudas para el almacenamiento.
Desde UPA consideraron "ridícula y vergonzosa" la cantidad de ofertas aceptadas en la primera licitación (solo un 3%), así como el importe de dichas ayudas, de 0,83€ por tonelada y día, "insuficiente para sufragar los gastos administrativos". Para UPA, estas decisiones lo que han conseguido sobre el mercado es el efecto contrario al pretendido, puesto que, según argumentan, "la industria, la distribución y la comercialización se sienten legitimadas y libres para continuar realizando movimientos especulativos". La entidad ha hecho un llamamiento a la Comisión Europea en busca de un mayor compromiso para que, de cara a las siguientes licitaciones, se acepte un mayor número de ofertas con un importe de ayudas más alto.
Desde hace unas semanas, la diplomacia española está actuando, consciente de la preocupación de los olivareros, para tratar de influir en los citados objetivos. El día 5 de diciembre Fernando Miranda se reunió con los representantes del sector y aseguró haberle trasladado a la Comisión el descontento ante los resultados de la primera licitación. No obstante, matizó que algunas ofertas deben ser "más realistas, si queremos que la medida tenga éxito". Por otro lado, esta semana, desde la Junta de Andalucía, Carmen Crespo reclamó a la Unión Europea "más sensibilidad" con el sector.
A pesar de las preocupaciones, un vestigio de esperanza se abría estos días después de saber que Office of United States Trade Representative publicó un aviso en el que valoraba la posibilidad eliminar algunos productos de la lista de aranceles, entre ellos el aceite de oliva español a granel. El mismo anuncio, sin embargo, valoraba la posibilidad contraria, la de aumentar los aranceles del 25% al 100%, por lo que también puede considerarse una situación de amenaza, todo en función de cómo se desarrolle la reflexión alrededor de cada producto, puesto que la agencia ha pedido comentarios a los sectores nacionales sobre cuál de los supuestos puede ser más conveniente.
Hasta el 13 de enero, miembros de la North American Olive Oil Association podrán presentar sus argumentos si consideran que los aranceles al aceite de oliva son también perjudiciales para EEUU. UPA señala que esta debe ser la oportunidad para que la diplomacia española y europea presionen y consigan convencer a las entidades norteamericanas de que lo más conveniente para ambas partes es la eliminación de las barreras impositivas. En los próximos días conoceremos la resolución de este y otros asuntos que afectarán de forma determinante el futuro del sector.