Un grupo de investigadores de diferentes instituciones griegas han revelado hallazgos esperanzadores sobre el uso del extracto de hojas de olivo griego (OLE) como complemento en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA) leve. Este estudio, conocido como GOLDEN (Greek Olive Leaf Extract in Mild Alzheimer’s Disease), representa un avance significativo en la búsqueda de alternativas naturales para mejorar el bienestar cognitivo y funcional de los pacientes.

Una investigación que marca la diferencia

El estudio, publicado en la revista Neurology International, ha sido liderado por un equipo interdisciplinar de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, la Asociación Griega de la Enfermedad de Alzheimer y Trastornos Relacionados (GAADRD) y la Universidad de Ioannina. Por primera vez, se investigaron en humanos los efectos del consumo diario de una bebida enriquecida con extracto de hoja de olivo frente a una dieta mediterránea convencional en pacientes con EA leve, complementando su tratamiento habitual.

Con un diseño riguroso, el ensayo clínico incluyó a 55 pacientes divididos en dos grupos:

• Un grupo recibió extracto de hoja de olivo diariamente junto con pautas personalizadas para seguir una dieta mediterránea.
• El grupo de control siguió únicamente las recomendaciones dietéticas mediterráneas.

Tras seis meses de intervención, ambos grupos fueron evaluados mediante pruebas neuropsicológicas para medir los efectos del tratamiento.

Resultados que inspiran optimismo

Los hallazgos del estudio han sido alentadores. Los pacientes que consumieron el extracto de hojas de olivo no mostraron un deterioro significativo en sus capacidades cognitivas, según la prueba MMSE (Mini-Mental State Examination), mientras que el grupo de control experimentó un claro deterioro. Concretamente, la diferencia media del grupo que tomó extracto de hoja del olivo, fue cercana a 0 puntos, indicando una estabilización de la memoria, frente a los -4,1 puntos registrados en el grupo control, que reflejan un deterioro típico de la enfermedad.

Además, las pruebas adicionales, como el ADAS-Cog y el CDR, también mostraron mejores resultados para el grupo que consumió extracto de hoja del olivo, aunque algunas diferencias no alcanzaron significación estadística debido al reducido tamaño de la muestra.

Los investigadores concluyen que el extracto de hoja de olivo tiene el potencial de retrasar el deterioro cognitivo y funcional en pacientes con EA leve, ofreciendo una vía complementaria a las terapias tradicionales.

Un suplemento natural con gran potencial

El extracto de hojas de olivo es una fuente rica en biofenoles, compuestos antioxidantes reconocidos por su capacidad neuroprotectora y su impacto positivo en el rendimiento cognitivo. Gracias a su accesibilidad y bajo coste, este suplemento se posiciona como una alternativa viable y sostenible para reforzar las estrategias terapéuticas contra enfermedades neurodegenerativas.

Los autores del estudio subrayan que el uso prolongado de este extracto, junto con un seguimiento más amplio, podría ofrecer beneficios aún mayores, tanto en términos cognitivos como funcionales.

Retos y futuras investigaciones

A pesar de los resultados prometedores, los investigadores reconocen algunas limitaciones. El tamaño reducido de la muestra y la corta duración del ensayo (seis meses) dificultan extraer conclusiones definitivas. Además, problemas técnicos ocasionaron la pérdida de datos en algunas evaluaciones neuropsicológicas.

De cara al futuro, se planea ampliar el estudio con un mayor número de participantes y un período de seguimiento de al menos doce meses. También se sugiere explorar el uso del extracto en personas con deterioro cognitivo leve (DCL) para evaluar su eficacia en prevenir la progresión hacia el Alzheimer.

Una esperanza para pacientes y la comunidad científica

El estudio GOLDEN resalta el potencial de los productos naturales en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, subrayando la importancia de combinar estrategias farmacológicas y dietéticas. Si bien los resultados iniciales son optimistas, el camino hacia tratamientos más integrales y accesibles requiere un esfuerzo colaborativo a nivel global.

Este avance es una invitación a la comunidad científica a seguir explorando el impacto de soluciones innovadoras como el extracto de hojas de olivo, que podrían transformar la vida de miles de personas afectadas por enfermedades como el Alzheimer.