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El principal resultado del estudio, Universidad de Málaga y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), señala que por cada punto que se aumente la adherencia a la dieta mediterránea, el riesgo de enfermedad de Alzheimer disminuye en un 11%. Este trabajo refuerza la necesidad de establecer políticas de salud pública que fomenten la adopción de hábitos saludables, por ejemplo, una mayor adherencia a la dieta mediterránea como estrategia útil para la prevención de demencias, en este caso, la enfermedad de Alzheimer.
Investigadores de la UMA y el IBIMA han trabajado en un metaanálisis – compuesto por 11 estudios, tras revisar 589 artículos en distintas revistas científicas, y que comprende una población diana de 12.458 participantes – desde un punto de vista clínico en torno a la evidencia más reciente y completa que avale la adherencia a la dieta mediterránea como un factor protector de la enfermedad de Alzheimer.
El principal resultado del estudio, que ha sido publicado en la revista científica Journal of Clinical Medicine, bajo el título "Alzheimer’s Disease, Mild Cognitive Impairment and Mediterranean Diet. A Systematic Review and Dose-Response Meta-Analysis", señala que por cada punto que se aumente la adherencia a la dieta mediterránea, el riesgo de enfermedad de Alzheimer disminuye en un 11 %.
Liderado por el profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la UMA Mario Gutiérrez-Bedmar, responsable del grupo IBIMA "Medicina Preventiva y Salud Pública", así como por la profesora de Neurología Natalia García-Casares, investigadora del CIMES y del grupo IBIMA "Arteriosclerosis, prevención vascular y metabolismo", este trabajo refuerza la necesidad de establecer políticas de salud pública que fomenten la adopción de hábitos saludables, por ejemplo, una mayor adherencia a la dieta mediterránea como estrategia útil para la prevención de demencias, en este caso, la enfermedad de Alzheimer.
“Varios de los estudios que hemos analizado ponen de manifiesto que los beneficios de la dieta mediterránea sobre la enfermedad podrían deberse a que este patrón dietético se ve influenciado no solamente por la alimentación, sino también por factores de estilo de vida, socioculturales y económicos que interactúan y se complementan entre sí”, explican los científicos de la UMA.
Además, los expertos destacan que estas medidas dietéticas, en combinación con otras intervenciones de estilo de vida saludable, deberían aplicarse en edades más tempranas como una intervención protectora frente al deterioro del cerebro.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia neurodegenerativa, llegando a representar entre un 60 y un 70 por ciento de todos los casos. En un contexto social como el actual, con una mayor esperanza de vida y progresiva mejora asistencial, la prevalencia de esta enfermedad va en continuo aumento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad afecta a más de 55 millones de personas en el mundo y se espera que su prevalencia se triplique en el año 2050.