Revista
La Dieta mediterránea es un patrón alimentario saludable cuya principal característica es el consumo de aceite de oliva. Los posibles beneficios para la salud del aceite de oliva se han investigado exhaustivamente, y la presente revisión proporciona la evidencia clínica más reciente que respalda el impacto positivo de la ingesta de aceite de oliva en la salud humana.
El estudio publicado en la revista Nutrients, bajo el título “Is There More to Olive Oil than Healthy Lipids?”, realizado por investigadores del Centro de Biotecnología e Química Fina (CBQF) dependiente de la Universidade Católica Portuguesa y el Departamento de Ciencias de la Nutrición y Dietética de la Universidad Helénica Internacional de Tesalónica, se encuentra incluido en el número especial “El papel de la dieta y los estilos de vida occidentales en las enfermedades inflamatorias: estrategias emergentes desde la prevención hasta el tratamiento”, donde se resume los hallazgos clínicos recientes realizados durante los últimos seis años sobre los efectos beneficiosos del consumo de AO en la salud humana, reuniendo en un mismo documento varias dolencias, y tratando de determinar si estos están asociados con la especificidad o la sinergia entre los componentes del aceite de oliva.
Aceite de oliva y salud humana
La base de investigación se definió a través de las búsquedas realizadas en PubMed ( n = 227) y Scopus ( n= 308), bases de datos de estudios clínicos publicados en inglés durante los últimos seis años (octubre de 2016 a diciembre de 2022), luego de búsquedas de palabras clave como “aceite de oliva” y “salud”.
Las principales conclusiones señalan que los datos científicos demostraron que la ingesta de AO, como parte de la Dieta Med o como alimento funcional por sí solo, desempeña un papel fundamental en el organismo humano, mejorando la salud y reduciendo el riesgo de determinadas enfermedades. Estos beneficios pueden atribuirse al efecto sinérgico de los compuestos polifenólicos con alto contenido de ácido oleico. Aunque se requiere investigación adicional, un conjunto creciente de evidencia clínica respalda el consumo de AOVE como un elemento dietético equilibrado que contribuye positivamente a la prevención y el tratamiento de una variedad de enfermedades no transmisibles.