Revista
El aceite de oliva, un componente clave de la dieta mediterránea, es elogiado por su riqueza en nutrientes y polifenoles, que se cree que son los responsables de sus muchos beneficios para la salud. En cuanto a la calidad del producto, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) destaca por sus beneficios para la salud especialmente bien documentados y se considera más valioso que otros tipos de aceites. Por este motivo, el AOVE puede ser objeto de adulteración y fraude.
Con eso en mente, un nuevo estudio, realizado por investigadores de universidades chinas y publicado bajo el título “A classification and identification model of extra virgin olive oil adulterated with other edible oils based on pigment compositions and support vector machine”, en la revista Food Chemitry, detectó con éxito impurezas en AOVE utilizando datos cromatográficos de huellas dactilares de pigmentos combinados con metodologías de aprendizaje automático, fue posible lograr la identificación y clasificación de muestras de diferentes tipos de aceites comestibles con una precisión global del 94,44 % para todo el conjunto de muestras. Y el rendimiento de la clasificación y la capacidad de identificar el nivel más bajo de adulteración en el AOVE es superior a algunos métodos establecidos.
El estudio proporciona un método potente que podría desarrollarse aún más para su uso en el control de calidad del AOVE. Contribuiría a una mayor seguridad alimentaria, garantizaría estándares de calidad más altos y fortalecería la confianza de los clientes en la calidad de los alimentos.