Revista
Córdoba ha acogido este martes el Seminario en el que se han presentado los resultados finales del Proyecto de investigación “Desarrollo de estrategias de erradicación, contención y control de Xylella fastidiosa en España”. Un encuentro para el que se ha contado con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur y el ceiA3, en el marco del Proyecto AgroMIS.
Un proyecto de investigación que el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) impulsó y que cristalizó en agosto de 2018 en un contrato de Investigación y Desarrollo que ha permitido apoyar el trabajo en seis líneas, que tratan de dar una respuesta integral a este problema sanitario. Un proyecto que, desde el principio, se reforzó con el apoyo económico de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva, mediante la puesta en marcha de un proyecto paralelo íntegramente enfocado en el olivar, que permitió complementar los fondos destinados por la Agencia Estatal de Investigación (a través del INIA) a esta iniciativa. La Interprofesional además canalizó la comunicación entre los investigadores y el sector olivarero/oleícola.
Cuatro años más tarde, las 14 instituciones españolas y tres extranjeras que han desarrollado su labor en seis bloques de trabajo distintos, han realizado un primer balance de los logros alcanzados en un proyecto que, para el sector es estratégico, explicó Rafael Sánchez de Puerta, responsable de I+D+i de la Organización: “Ya vimos lo que una amenaza sanitaria como esta puede llegar a hacer a nuestro olivar. Podía suponer un gravísimo problema para comarcas enteras. Como sector no podíamos quedarnos cruzados de brazos. Afortunadamente, nuestro país cuenta con grupos de investigación de primer nivel mundial. Una vez más, hemos demostrado que es posible la colaboración público-privada para dar soluciones a problemas muy concretos del olivar español”.
Recordó, asimismo que, aunque la bacteria tan sólo se ha detectado en las Islas Baleares, y en zonas muy concretas de Alicante, Madrid y Almería, “no podemos bajar la guardia. Los avances que hoy nos están presentando nos ofrecen estrategias y herramientas que los olivareros y las administraciones podremos implementar en el futuro para tratar de minimizar el riesgo, a la vez que se incrementa la eficiencia del uso de los recursos disponibles”.