Revista
La Consejería andaluza de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha firmado con la Universidad de Córdoba (UCO) y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), un convenio de colaboración para el desarrollo conjunto del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo.
La Junta de Andalucía promueve así el uso eficiente de recursos en la investigación e innovación para la mejora del sector del olivar, respondiendo a la estrategia política de colaboración, complementariedad y aprovechamiento eficaz de los recursos de la administración. Este convenio, que estará en vigor durante cuatro años, supone la continuación del trabajo desarrollado por el Banco de Germoplasma para la caracterización, conservación, identificación, documentación, difusión de material auténtico y sano y la evaluación agronómica y oleotécnica de los recursos genéticos del olivo, actividades que poseen un valor incalculable para el sector del olivar. A través de esta iniciativa se da un paso significativo hacia la consolidación de este Banco como referente internacional de los recursos genéticos del olivo.
El Banco de Germoplasma Mundial de Olivo se creó hace 30 años gracias a investigadores de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y del Instituto predecesor del Ifapa, entonces CRIDA-10 del Inia (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), con apoyo del COI (Consejo Oleícola Internacional). Desde entonces, ha ido creciendo y evolucionando y actualmente recoge el mayor patrimonio genético de variedades de olivo que existe en el mundo. Su objetivo fundamental es salvaguardar el patrimonio genético olivarero obtenido durante siglos de cultivo y expansión por el mundo que, en muchos casos, tiene tendencia a desaparecer debido a la sustitución de las variedades tradicionales por otras producidas mediante selección y mejora genética.
Actualmente, mantiene en colección un total de 880 entradas procedentes de 23 países (Albania, Argelia, Argentina, Croacia, Chipre, Chile, Egipto, Francia, Grecia, Irán, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Marruecos, México, Portugal, Siria, Túnez, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y, por supuesto, España).
Esta diversidad permite estudiar, conocer y aprovechar la variabilidad genética existente en los programas de mejora, destinados a la obtención de las futuras y necesarias variedades de olivo.