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La almazara Campos de Tosca, de Baeza, ha sido la última en incorporarse a las filas del Centro de Interpretación Olivar y Aceite de Úbeda. Se trata de una empresa familiar, con más de tres generaciones de agricultores que han sembrado y visto crecer sus olivos, cuidando y mimando cada proceso necesario para obtener un producto de calidad inmejorable. En concreto esta marca abarca desde las Campiñas de Jaén (Las Escuelas, Baeza) hasta las faldas de Sierra Nevada, y que gracias al trabajo que ha realizado cada miembro de esta familia les sirve de impulso para seguir avanzando, para manifestar al mercado una nueva filosofía de valor del producto.
Javier Gámez, presidente de la asociación que gestiona el centro, destaca "la tremenda alegría que supone el apoyo de una empresa más del sector al proyecto que, desde el propio centro, se está llevando a cabo". Por su parte, Pedro Varela, uno de los fundadores de esta almazara baezana, ha explicado que son una familia muy arraigada al mundo del olivar y pretenden, de esta manera, honrar a la misma mediante el cuidado y cultivo del olivar, para obtener un producto de alta calidad.
Asimismo, este Centro ofreció durante los días 10 y 11 de junio un curso de cata de iniciación, donde se trató de iniciar en la valoración organoléptica de los aceites de oliva vírgenes a un total de 16 participantes. La duración del mismo fue de 12 horas repartidas en ambos días y asistieron alumnos venidos de diferentes puntos de la geografía española y del extranjero.
Con el objetivo de adquirir conocimiento sobre este apasionante mundo, durante el curso se han tratado, entre otros temas, criterios de calidad, clases de aceites, teoría de la caracterización sensorial, así como las normas del Consejo Oleícola sobre la Cata de Aceites, proceso de elaboración del aceite de oliva virgen, analizando cada una de las partes del proceso, desde la maduración y recolección del fruto hasta el almacenamiento en bodega.