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Las grasas son una parte importante de la dieta, pero no todos los lípidos tienen la misma estructura y propiedades químicas. Los ácidos grasos insaturados tienen uno o más dobles enlaces en su estructura y pueden ser monoinsaturados o poliinsaturados, respectivamente. La mayoría de los aceites vegetales, como el aceite de oliva y el aceite de maíz, contienen cantidades significativas de estos ácidos grasos.
La presencia de dobles enlaces en la molécula de un ácido graso constituye sitios vulnerables para reacciones de oxidación que generan peróxidos lipídicos, compuestos potencialmente tóxicos que pueden causar daño celular. En respuesta a este daño oxidativo, los organismos aeróbicos tienen mecanismos de defensa antioxidantes enzimáticos intracelulares.
Un equipo de investigadores del departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", ha llevado a cabo un estudio donde compara los efectos de dietas líquidas de control, de composición definida, que contiene aceite de oliva o aceite de maíz como fuente de lípidos de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, respectivamente, sobre el metabolismo oxidativo de las ratas. Este trabajo ha sido publicado en la National Library of Medicine, bajo el título “A comparative study between olive oil and corn oil on oxidative metabolism”.
Desarrollo de la investigación y resultados
Las ratas se dividieron en tres grupos que recibieron una dieta de alimento para animales de control (AF), una dieta líquida de aceite de oliva (OO) y una dieta líquida de aceite de maíz (CO) durante 30 días.
Se observó que la actividad de las enzimas antioxidantes superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT) y glutatión peroxidasa (GPx), aumentó en el hígado y tejido graso blanco de ratas alimentadas con aceite de oliva en comparación con el grupo de aceite de maíz. Sin embargo, en el tejido adiposo pardo y las células sanguíneas, las actividades enzimáticas mostraron una tendencia a disminuir en el grupo del aceite de oliva. Además, el efecto del aceite de oliva y el aceite de maíz en varios parámetros del metabolismo de la glucosa (piruvato, lactato, LDH, acetoacetato y beta-hidroxibutirato) demostraron que el aceite de maíz perjudica en mayor medida el metabolismo celular.
Todos estos resultados ayudaron a concluir que algunos tejidos corporales se ven más afectados que otros por la administración de aceite de maíz o aceite de oliva, y sus defensas antioxidantes y metabolismo celular también responden de manera diferente.