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El Consejo de Miembros del Consejo Oleícola Internacional (COI) celebraba su 27 sesión especial en la ciudad tunecina de Hammamet, durante los días 11 y 16 de julio, en respuesta a la invitación de las autoridades de Túnez. La inauguración de esta sesión corrió a cargo del ministro de Agricultura de Túnez, Saad Seddik, y Zakaria Hamed, ministro de Industria; entre otros representantes de las organizaciones agrarias tunecinas.
A lo largo de esta semana, en materia económica, el Consejo de Miembros revisó los datos provisionales proporcionados por los países miembros para la elaboración del balance mundial de la campaña de aceite de oliva y aceituna de mesa, que se hará oficial en la sesión que se celebrará del próximo noviembre. Los miembros también fueron informados sobre las diferentes actividades propuestas por la Secretaría Ejecutiva en el campo económico, en particular el estudio internacional sobre el comportamiento del consumidor en los países miembros y no miembros; armonización de los códigos aduaneros para las principales categorías de aceite de oliva; y la creación de un observatorio mundial de la olivicultura.
En el ámbito de la promoción del consumo de productos del olivo, el Consejo de Miembros revisó los resultados del ajuste de la campaña promocional llevada a cabo en Japón desde julio de 2015 y tomó nota de la excelente cobertura con la que ha contado la campaña.
Entre otros aspectos, en esta reunión también aprobaron las recomendaciones del Comité Asesor del aceite de oliva y aceituna de mesa en la 47ª reunión del COI, celebrada el 16 de mayo en Teherán, Irán, que pasan por: trabajar para la armonización de las normas Codex Alimentarius y el Código Arancelario Internacional con la norma internacional COI; fomentar el desarrollo de laboratorios físico-químicos y sensoriales y alentar a los países consumidores a unirse a la COI.
En esta reunión también acordaron continuar con el estudio metodología sensorial y otros métodos complementarios; poner un protocolo de arbitraje entre los laboratorios acreditados para asegurar mayor seguridad jurídica y garantizar el cumplimiento del código de ética comercial; crear un grupo de trabajo para el establecimiento de un mecanismo de trazabilidad del aceite de oliva y presentar sus resultados al Comité Consultivo; definir una fecha límite para el uso óptimo de los productos para el consumidor final; analizar el comportamiento del consumidor y la evolución para estudiar los diferentes límites máximos de residuos (LMR) de plaguicidas metales pesados y organizar un taller de análisis sensorial para armonizar y mejorar la “prueba del panel de cata” y reforzar su seguridad jurídica.
En cuanto a los premios a la calidad “Mario Solinas” la Secretaría Ejecutiva ha propuesto convocar una sola edición en 2017 que incluya una categoría específica para los aceites producidos en el hemisferio sur.